Cuidar, atender amorosamente y buscar lenguajes para comunicarse con los bebés en sus primeros tres años de vida es fundamental para tener personas adultas sanas, expresa Iara Coéllar Sánchez, encargada estatal de educación inicial.
“La investigación lo valida, la atención recibida en los primeros mil días es esencial para que una persona pueda tener una adultez sana, de buena salud y sin conflictos psicológicos y emocionales”, enfatiza en entrevista.
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¿Cómo hacer una crianza comprensiva y sin violencia?
La educadora exhorta a pugnar desde distintos frentes por una crianza sin violencia, por una etapa donde los bebés reciban la atención que merecen y no sean vistos como personas que no entienden.
“La primera infancia es la más importante porque el cerebro está listo para aprender todo... Aprenden a leer el mundo, le dan significado y el acompañamiento debe ser sensible, amoroso, responsivo y atento”, indica.
Posterior a una de las presentaciones del programa Ragazos Literarios, que propicia el acercamiento de los bebés con la literatura y distintas manifestaciones artísticas, sostuvo que saberse importantes les ayuda a crecer con seguridad.
“Las niñas y niños que crecen en entornos sanos, que se saben escuchados, serán capaces de arriesgarse a hacer muchas cosas; quien es acompañado en su proceso de desarrollo será mejor persona en el futuro”, asegura.
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La coordinadora del programa Expansión de la Educación Inicial de la Secretaría de Educación de Veracruz puntualiza que los bebés no saben comunicarse de manera convencional, por lo que arte es un buen medio y una buena forma de estrechar vínculos.
Lamentablemente, admite, se trata de las personas más olvidadas cuando se crean o planean actividades, por eso aplaude la labor de Regazos Literarios y de otros intentos en otras partes del estado.
“Cuando se piensa en hacer actividades regularmente es para personas más grandes y adultos, pero Regazos literarios es un semillero; hay que empezar desde que son bebés e incluso desde que están en el vientre de las mamás”.
Iara Coéllar Sánchez sostiene que hay que poner mayor atención a la primera infancia y abrir espacios para quienes ya están trabajando y pugnando por sus derechos humanos.
Exhorta también a las familias a atender a los bebés y darles un lugar importante: “Mi mensaje es que los nutran no solo con alimentos sino también con una lluvia de lenguajes, que pueden ser los cuentos, la danza, la música, la pintura, etc. También que se les permita experimentar, porque son aprendices competentes, así como buscar tiempos para la convivencia y reforzamiento de vínculos amorosos”.
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