“La pandemia no ha frenado el desarrollo de la ilustración y hoy hay un ‘boom’ en México y el mundo”, expresa Israel Barrón, coautor de libros de literatura infantil y juvenil, distinguido con la Placa de Oro de la Bienal de Ilustración de Bratislava 2017.
En Flavia Galería, donde expone una selección de personajes y escenarios creados durante una década, el artista plástico celebra que en los últimos años la ilustración ya no sea vista como algo menor y sus creadores tengan el respeto de las editoriales.
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“Hasta hace unos años, el ilustrador era solamente un acompañante, un poco la comparsa del escritor, pero ahora ha cambiado la percepción; pareciera una nimiedad, pero que los créditos del escritor y del ilustrador aparezcan en un libro con la misma tipografía y tamaño de fuente es algo significativo”, expresó. Además de los avances en el reconocimiento y valor otorgado al arte visual, en términos económicos las regalías de un libro se otorgan en partes iguales para los coautores, dice quien es identificado por un trabajo lúdico.
“Las imágenes ocupan un 80 por ciento del libro, de ahí su relevancia en la literatura infantil y juvenil; sin embargo, sigo pensando que sin ese deseo que tiene un autor de dar a conocer una historia nada surgiría”, expresa en Xalapa, la ciudad donde radica.
En breve análisis de lo ocurrido en el medio de la ilustración durante la actual crisis sanitaria, menciona una contraparte al “boom” creativo y de reconocimiento. Como cualquier otra área, habla del golpe sufrido en la industria editorial: ha habido cierre de sellos pequeños y las editoriales de gobierno tienen un respiro con los subsidios, los cuales les hacen la vida más tolerable.
En cuanto a las intermedias, aquellas independientes que están muy bien posicionadas, “se encuentran rasguñando y peleando por no tener que cerrar”; recurren a la disminución del número de publicaciones en un 50 o hasta 65 por ciento.
El panorama es incierto. Aun así, se refiere a la formación académica, donde observa un interés especial en las nuevas generaciones por ahondar en la ilustración. “Hasta hace poco tiempo la ilustración era vista como una variante o algo menor a la pintura contemporánea, pero ahora es un camino que incluso le puede ganar terreno a la pintura; hay quienes entran a una facultad de arte con la clara idea de ser ilustradores profesionales”.
Rememora que esta inquietud actual es muy distinta a cuando él inició su formación como artista plástico, tiempo en el cual la ilustración estaba más ligada al diseño gráfico o a ser un complemento y no una manifestación de arte de autor que dijera cosas personales.
Hoy, con 48 años de vida, el egresado de la Universidad Veracruzana ha creado desde su estudio en Xalapa un mundo colorido con influencia de pintores, ilustradores y del arte popular. Es coautor de libros de prestigiosas editoriales de México y otros países.
Israel Barrón también ha diseñado escenografías, ilustrado portadas de discos y ha recibido en dos ocasiones el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana por Arte Editorial. Este año tiene entre sus planes atender la invitación del Fondo de Cultura Económica de hacer un libro de autor.
Dice tener dudas, pero también interés por quitarse “la espinita” de crear tanto historia como ilustraciones y entrar a un mundo que otros ilustradores ya exploran.
Mientras tanto, festeja que las ilustraciones adquieran una nueva lectura al no contar con su soporte —libro— y sean exhibidas en los muros de las galerías. Su exposición “La casa del trilobite”, concebida como un viaje a su producción artística, a sus diversos libros ilustrados, a sus sueños y pasiones, puede ser visitada en Jiménez número 42, cerca del parque Los Berros.