Corre, lee y dile / Canarias, Cuba y México, comunión de tres culturas

El viento siroco se genera en el mar Mediterráneo

  · lunes 25 de marzo de 2019

Entre la primavera y el otoño la rotación de la Tierra genera vientos que aumentan su intensidad de Este a Oeste. Viajan por el Sahara y levantan el polvo rojizo del desierto.

Arenas finas que vuelan por el norte de África, llegan a las costas de Marruecos y toman mayor fuerza en las rutas marítimas del Atlántico. La calima, como se le conoce a esa inmensa nube formada por la arena del Sahara, es transportada por los vientos, a veces suave, a veces intensa.

Cubre las islas Canarias y continúa su travesía como navegante en búsqueda de nuevos horizontes. Así llega al Caribe, a Cuba. Su destino lo avizora en las costas veracruzanas y en las tardes de verano un manto cafesoso recorre los campos.

El fino polvo del desierto ya recorrió islas, mares, playas, pueblos, y esparció sus partículas por las rutas que siguió. Así, como la calima, las culturas mediterráneas, árabes, españolas, africanas y mexicanas, son la suma de viajes aventureros, de periplos conquistadores, de peregrinajes forzosos, de encuentros fortuitos y la formación de nuevas sociedades.



Un ejemplo de esta riqueza de uniones históricas se refleja en el libro Herencia española y africana en Canarias, Cuba y México, de la arquitecta e historiadora Guadalupe Sánchez Álvarez, quien nos ofrece un ensayo siguiendo el eje de una triple aleación cultural. La autora es una estudiosa de la cultura y su historia.

Apunta: “En este caso, mi intención es comprender los procesos históricos que determinaron la presencia de ciertos elementos que se encuentran presentes en las poblaciones de tres entidades distintas y distantes: las Islas Canarias, Cuba y México”.

Si bien ubica a los tres países en sus contextos históricos, su trabajo se centra en las fusiones culturales que se expresan a través de las palabras, las fiestas, las tradiciones, la música y la religión.

Formas de la cultura popular que se alimentan de otras culturas que subyacen marginadas pero que finalmente acaban siendo la identidad de las naciones. Brujas y santos, vírgenes como la Candelaria o la Guadalupana, la fiesta como desahogo de la explotación y la esclavitud; el tabaco y el café; y la música, ese crisol multisonoro que representa el gran abanico de expresiones de los pueblos, son parte de los elementos del escrito de una historiografía tripartita que comparte el mismo legado. Herencia española y africana en Canarias, Cuba y México, de Guadalupe Sánchez Álvarez, es de la colección Biblioteca de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 138 páginas, 2018.

Se puede adquirir en la Editorial de la UV, Hidalgo 9, Zona centro, Xalapa, Veracruz.