Crean premio que reconoce a veracruzanos destacados

La primera edición del “Premio Jorge Luis Ortiz Alarcón (a la creación y proyección) celebró la labor de 10 artistas y dos literatos

Maribel Sánchez

  · lunes 17 de junio de 2019

Foto: Jaime Rivera

El Casino Jalapeño, sitio emblemático ubicado en el centro histórico de la capital del estado, además de resguardar valiosos objetos del siglo XVIII, como candiles de bohemia, porcelana europea y espejos venecianos, durante 150 años ha sido sede de acontecimientos sociales y culturales de trascendencia para la ciudad. El pasado viernes 14 de junio sumó uno más. Por la tarde, sus puertas fueron abiertas. Y mientras en uno de sus salones se desarrollaba un recital de violín, en el patio central había una fiesta privada en la que, por supuesto, no faltaban la música, las pláticas y risas.

A las 18:50 horas, en otro de los espacios, el auditorio, Daniel Acevedo Ituarte verificaba que todo estuviera conforme a lo planeado, mientras las butacas eran ocupadas poco a poco por veracruzanos vestidos de gala y otros menos formales. Ellos acudían a la primera entrega del “Premio Jorge Luis Ortiz Alarcón”, un reconocimiento proveniente de la iniciativa privada, de la Organización Cultural Vera-Danza.

El ambiente era de camaradería; pasados 20 minutos, Daniel Acevedo subió al pequeño estrado para ocupar una de las sillas dispuestas; la otra fue para el bailarín Alfredo Ríos.

Foto: Jaime Rivera


El maestro de danza y teatro tomó el micrófono para explicar el porqué estábamos allí congregados, entre pinturas de Xalapa antiguo y un público tan diverso.

“El Premio Jorge Luis Ortiz honra la memoria de quien le da nombre. Con él se pretende reconocer a artistas locales cuya labor haya trascendido las fronteras de nuestro estado”.

Es, dijo, una manera de motivar e impulsar a quienes, igual que Jorge, “han destacado por su entrega a lo que hacen”.

Con la imagen de Jorge Luis proyectada en la parte frontal del auditorio, el público, atento, escuchó una semblanza del hombre que con singular entusiasmo se dedicó a la danza, la coreografía, la gestión y promoción cultural. Un artista nacido un 8 de junio, lo cual permitía entender por qué el acto se efectuaba en vísperas del verano.

Tras honrar su memoria, vino la interpretación de música popular de Turquía a cargo del guitarrista Jorge Benjamín González, quien al concluir la primera de sus tres intervenciones felicitó a las doce personas que estaban por pasar al frente a recibir sus premios.

HONOR A QUIEN HONOR MERECE

En estricto orden alfabético, fue llamado Alejandro Schwartz, bailarín y coreógrafo con más de 50 años de trayectoria. Un currículum extenso legitimaba la elección.

La mecánica fue la misma para los demás: lectura de largas, muy largas semblanzas, entrega del reconocimiento y algunas palabras de agradecimiento, remembranzas o llamados a continuar en el área de las artes, “hasta el límite de nuestras fuerzas”, dijo Schwartz.

Ana Iris Nolasco lo recibió por su labor en el cine, aunque lo mismo ha abonado a las áreas del teatro, la educación y la televisión; el cantante y director de escena Armando Mora, por la promoción de la ópera, la cultura y sus canciones; Daniela Ortiz López, por ser “bailarina de oro” y docente en la Escuela Cubana de Ballet del Puerto de Veracruz; Édgar Dorantes, por ser un virtuoso del piano, así como educador y gestor de importantes proyectos a favor del jazz; Enrique Pineda, por sus 51 años en el teatro, de los cuales 47 se ha desempeñado como director.

La entrega, como estaba previsto, fue interrumpida para que Jorge Benjamín volviera con su guitarra para hacer sonar Estudio 5 de Heitor Villalobos, interpretación tras la cual Esther Hernández Palacios fue llamada para ser reconocida por lo realizado en el área de la literatura. Ella aprovechó para recordar que siendo aún muy joven, también experimentó la magia del teatro al lado de grandes personalidades que estaban presentes, lo cual la hacía sentirse muy emocionada, contenta y orgullosa de formar parte del grupo.

Por lo hecho en el cine y la fotografía, fue premiado Fabrizio Prada, quien no pudo acudir pero envió a Susana Luna como representante.

Con la humildad que lo caracteriza, Francisco Beverido, desde su lugar, pidió “córtenle”, refiriéndose a que no leyeran todo su currículum, que da cuenta de una extensa trayectoria como director de teatro, actor, gestor, promotor, investigador, fundador de festivales, del Centro de Documentación Teatral Candileja y de La Caja, el cual “celebra actualmente 40 años de funcionar gracias a la labor de los talleristas y un público que lo mantiene como un lugar donde vale la pena ver teatro”.

Jorge Lobillo fue el siguiente premiado, por su labor en la literatura y en el campo editorial. Fiel a su vocación, inundó el espacio con poesía para luego cederle el lugar a Julio César Martínez, quien fue reconocido por ejercer el periodismo cultural y por su aporte a las Ciencias Sociales. Él emitió un exhorto a la comunidad artística: “No nos dispersemos. Hagamos comunidad. No permitamos que ganen quienes están en contra de la vida. Continuemos trabajando quienes estamos a favor de la vida, a favor del arte…”.

En representación de Miguel Fematt, artista visual que ha tenido una fecunda labor como profesor, como fotógrafo y como creador de Junio, Mes de la Fotografía, y Mayo Fotográfico, subió al estrado para recoger el premio la también fotógrafa Mariana del Campo.

La ceremonia concluyó con Tres preludios mediterráneos y el mensaje de Daniel Acevedo, quien expresó que “el fortalecimiento del arte y la cultura incluye no sólo la preservación, promoción, difusión y conservación de los elementos que consolidan y perfilan la identidad de un conglomerado social, sino también la valoración y el reconocimiento de sus creadores”.

Reconocidos

Alejandro Schwartz, Armando Mora, Ana Iris Nolasco, Daniela Ortiz López, Édgar Dorantes, Enrique Pineda, Esther Hernández Palacios, Fabricio Prada, Francisco Beverido, Jorge Lobillo, Julio César Martínez y Miguel Fematt