/ martes 16 de agosto de 2022

Mujeres, siempre presentes en la historia del libro, declara restauradora Agustina Villella

El libro es mi objeto preferido en el mundo... luego la bicicleta, dice Agustina Villella

Hombres fuertes que manejan las prensas, editores y agentes intelectuales que eligen qué publicar, encuadernadores, tipógrafos… la historia del libro universal, opina Agustina Villella, se ha contado en masculino pero las mujeres también están presentes y hay que hacerlo saber.

Originaria de Buenos Aires, Argentina, apenas tiene unos meses de radicar en Xalapa, la ciudad elegida para montar una librería y, de a poco, darse a conocer en dos de sus grandes pasiones, la encuadernación y la restauración de libros antiguos.

Agustina se describe como una lectora voraz desde niña y ahora, con 31 años de edad, expresa en entrevista que la lectura la ha salvado del aburrimiento y le entusiasma todo lo que se vincula con el papel.

“El libro es mi objeto preferido en el mundo; le sigue la bicicleta. El libro me parece una invención genial, llena de posibilidades, y cada vez me atrevo a ir más allá en mi vínculo con él”, expresa.

Restaurar libros, una de sus pasiones en la vida | Foto: Jesús Escamiroza |

En Miguel Palacios número 32, entre libros con un perfil latinoamericano de narrativa contemporánea, Agustina habla del significado de ser librera y del universo que este oficio encierra. No es un lamento pero sí cree importante hacer notar el lugar que en la cadena de libros ocupan las mujeres. Un ejemplo que da es el porcentaje de los libros que hablan sobre libros.

“El 80 por ciento son libros publicados por hombres europeos o estadounidenses —algún canadiense—. ¿Cómo visibilizar el trabajo de las mujeres y quienes no se consideran ni mujeres ni hombres?”, cuestiona. La encuadernadora responde que deben tomar la voz, animarse a hablar, hacerse notar y decir que la gestión cultural y la forma de acercarse al libro como objeto sí es distinta.

Tener la claridad de pensamiento con lo que se expresa en el tema de género tiene que ver con su participación como integrante de la Liga de Libreras Feministas, proyecto de red nacional donde el vínculo no es desde las librerías sino desde el oficio de las libreras.

“Los comercios en general son muy competitivos; nosotras y nosotres generamos espacios de respeto, de cordialidad y seguros para hablar; construimos otras redes laborales y el secreto es crear redes de alianza”.

Al referirse al significado que el libro y la lectura tienen en su vida menciona que “son un remanso de libertad, de soledad, de creatividad y de mundo interno; un hábito para estar a solas y no desesperar”.

Agustina y su faceta de encuadernadora y restauradora

En una vida que pareciera de contrastes, Agustina Villella valora y disfruta el tiempo como librera, caracterizado por el dinamismo y la socialización con proveedores, distribuidores y clientes. Por otra parte, dice maravillarse con el tiempo de introspección como encuadernadora y restauradora.

En solitario, trabaja con aguja, hilo, plegadera, pegamento, regla, tejieras, cúter y todo lo necesario para ponerlo a disposición de la creatividad y de la necesidad específica del libro que tiene en manos; la encomienda es que quede lo más fiel a como llegó, y mejorado.

Le damos su manita de gato pero no podemos hacer algo completamente diferente porque eso sería como una reencuadernación

Algunas de las actividades que Agustina realiza son detectar hongos, teñir hojas con DDT o pigmentos naturales, encontrar un papel amate perfecto que dé con el tono deseado o jugar con los colores, pero siempre con respeto al material con el que llegó el volumen.

“Libros antiguos llenos de hongos, tapas destruidas, libros mordisqueados por perros… poco a poco me fui metiendo al universo de la restauración y hoy es un oficio que veo como muy noble, al cual hay que tenerle mucho cuidado y mucho respeto porque nunca se sabe a lo que te enfrentas”.

En Xalapa hay mucha gente que sabe trabajar con libros usados y hacerle frente a la humedad, reconoce la restauradora, quien a solo un mes de la inauguración de El Entusiasmo Libros, en Miguel Palacios 32, convoca a estar pendiente de lo que viene. Y es que asegura que la pasión por el libro se contagia.

Con la intención de generar un espacio de encuentro, de lectura, de talleres y eventos, en El Entusiasmo ya suceden distintas actividades. La más cercana es la del viernes 19 de agosto, cuando a las 18 horas estará como “Librero Invitado” el escritor xalapeño Rafael Toriz.

Hombres fuertes que manejan las prensas, editores y agentes intelectuales que eligen qué publicar, encuadernadores, tipógrafos… la historia del libro universal, opina Agustina Villella, se ha contado en masculino pero las mujeres también están presentes y hay que hacerlo saber.

Originaria de Buenos Aires, Argentina, apenas tiene unos meses de radicar en Xalapa, la ciudad elegida para montar una librería y, de a poco, darse a conocer en dos de sus grandes pasiones, la encuadernación y la restauración de libros antiguos.

Agustina se describe como una lectora voraz desde niña y ahora, con 31 años de edad, expresa en entrevista que la lectura la ha salvado del aburrimiento y le entusiasma todo lo que se vincula con el papel.

“El libro es mi objeto preferido en el mundo; le sigue la bicicleta. El libro me parece una invención genial, llena de posibilidades, y cada vez me atrevo a ir más allá en mi vínculo con él”, expresa.

Restaurar libros, una de sus pasiones en la vida | Foto: Jesús Escamiroza |

En Miguel Palacios número 32, entre libros con un perfil latinoamericano de narrativa contemporánea, Agustina habla del significado de ser librera y del universo que este oficio encierra. No es un lamento pero sí cree importante hacer notar el lugar que en la cadena de libros ocupan las mujeres. Un ejemplo que da es el porcentaje de los libros que hablan sobre libros.

“El 80 por ciento son libros publicados por hombres europeos o estadounidenses —algún canadiense—. ¿Cómo visibilizar el trabajo de las mujeres y quienes no se consideran ni mujeres ni hombres?”, cuestiona. La encuadernadora responde que deben tomar la voz, animarse a hablar, hacerse notar y decir que la gestión cultural y la forma de acercarse al libro como objeto sí es distinta.

Tener la claridad de pensamiento con lo que se expresa en el tema de género tiene que ver con su participación como integrante de la Liga de Libreras Feministas, proyecto de red nacional donde el vínculo no es desde las librerías sino desde el oficio de las libreras.

“Los comercios en general son muy competitivos; nosotras y nosotres generamos espacios de respeto, de cordialidad y seguros para hablar; construimos otras redes laborales y el secreto es crear redes de alianza”.

Al referirse al significado que el libro y la lectura tienen en su vida menciona que “son un remanso de libertad, de soledad, de creatividad y de mundo interno; un hábito para estar a solas y no desesperar”.

Agustina y su faceta de encuadernadora y restauradora

En una vida que pareciera de contrastes, Agustina Villella valora y disfruta el tiempo como librera, caracterizado por el dinamismo y la socialización con proveedores, distribuidores y clientes. Por otra parte, dice maravillarse con el tiempo de introspección como encuadernadora y restauradora.

En solitario, trabaja con aguja, hilo, plegadera, pegamento, regla, tejieras, cúter y todo lo necesario para ponerlo a disposición de la creatividad y de la necesidad específica del libro que tiene en manos; la encomienda es que quede lo más fiel a como llegó, y mejorado.

Le damos su manita de gato pero no podemos hacer algo completamente diferente porque eso sería como una reencuadernación

Algunas de las actividades que Agustina realiza son detectar hongos, teñir hojas con DDT o pigmentos naturales, encontrar un papel amate perfecto que dé con el tono deseado o jugar con los colores, pero siempre con respeto al material con el que llegó el volumen.

“Libros antiguos llenos de hongos, tapas destruidas, libros mordisqueados por perros… poco a poco me fui metiendo al universo de la restauración y hoy es un oficio que veo como muy noble, al cual hay que tenerle mucho cuidado y mucho respeto porque nunca se sabe a lo que te enfrentas”.

En Xalapa hay mucha gente que sabe trabajar con libros usados y hacerle frente a la humedad, reconoce la restauradora, quien a solo un mes de la inauguración de El Entusiasmo Libros, en Miguel Palacios 32, convoca a estar pendiente de lo que viene. Y es que asegura que la pasión por el libro se contagia.

Con la intención de generar un espacio de encuentro, de lectura, de talleres y eventos, en El Entusiasmo ya suceden distintas actividades. La más cercana es la del viernes 19 de agosto, cuando a las 18 horas estará como “Librero Invitado” el escritor xalapeño Rafael Toriz.

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