El próximo 29 de octubre, Blanca Ramírez Gil será homenajeada nacionalmente por una vida entregada a la danza. De sus 63 años de vida, en 57 ha estado presente el arte; en él, dice en entrevista, ha encontrado el equilibrio. Blanca, quien es originaria de Puebla pero radica en Xalapa desde adolescente, es jubilada del Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana, sin embargo su trayectoria no solo es como bailarina.
En breve remembranza es posible conocer que se trata de la fundadora del Instituto Educacional de la Danza Nandehui, la primera escuela particular de danza en la ciudad. Docente, gestora y promotora cultural, es además creadora escénica, coordinadora de festivales y ha trabajado en la Compañía Titular de Teatro-UV.
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¿Dónde se siente mejor Blanca Ramírez Gil?
Responde que cada etapa es distinta y complementaria al mismo tiempo. No tiene duda de que hacer camino en el arte escénico ha sido su mejor decisión, porque está vinculado con el desarrollo humano, algo que le apasiona. “Busco entrelazar la danza y las artes con fines de desarrollo humano, de una mejora desde el punto que se pueda. En este momento estoy enfocada en formar jóvenes”.
La directora general del Festival “Son y Tradición Doña Elena CoraSon de Tlacotalpan” sugiere a los padres de familia propiciar el acercamiento entre el arte y los niños, niñas y adolescentes.
“En el arte puedo uno encontrar fuentes de equilibrio. No es un ‘hobby’, es un trabajo cotidiano que te nutre, te ayuda a vivir y tener una mente sana. Te lleva a estados anímicos de paz y tranquilidad”.
Por lo que ha experimentado y lo que le ha tocado ver, expresa la necesidad de generar estrategias para llegar a las nuevas generaciones. En su caso, ella lo hace mediante la compañía independiente Jóvenes Zapateadores, con la creación de espectáculos que presentan en escuelas.
Rememora que a los seis años, en las escuelas que se inició, su acercamiento con la danza fue integral, con danza moderna, folklore mexicano y ballet clásico.
Esa visión integral es la que dice haber elegido para Nandehui. Actualmente encuentra en la danza contemporánea mucha libertad de creación, de entender el cuerpo.
El folklore da otras cosas, pero en general, la danza es enriquecedora porque te permite conocerte desde distintos puntos
No importa la edad, siempre habrá algo que desarrollar y algo que te va a satisfacer porque la danza genera pasión, felicidad
A sus 63 años, Blanca Ramírez se entrena en flamenco, danza contemporánea y yoga. Es coordinadora del Maratón Folklórico de Veracruz, directora de su propia escuela, está en circuito de presentaciones del espectáculo “Pequeñas historias son” y asume el compromiso de continuar tocando y sensibilizando a las personas.
Aunque no viene de una familia de artistas, ella tiene una familia de artistas. Su compañero de vida es el bailarín, antropólogo, coreógrafo y director artístico Ernesto Luna y su hija es la intérprete, coreógrafa y creadora escénica Nandy Luna.
Al casarse amplió sus lazos filiales a la familia tlacotalpeña de la reconocida “Mamá Lena”, una de las zapateadoras más conocidas de la Perla del Papaloapan.
Que cada uno mantenga su individualidad y reconocimiento como artista, dice Blanca Ramírez, tiene que ver con esfuerzo, disciplina, respeto, amor y admiración.
Quien fuera asesora del comité de la Red Nacional de Festivales de Danza será homenajeada en el 20º Festival Nacional de Danza Contemporánea Zona Centro "Raúl Flores Canelo".
En el anuncio del homenaje, el coordinador Luis Javier Alvarado destacó la importancia de “arrojar luz” sobre las personas que han dedicado todo su empeño, su tiempo y su vida a generar mejores condiciones para la danza.
“Blanca Ramírez Gil ha construido un camino por el que ha transitado con paso muy sólido y decidido; ha puesto su energía y su talento en el aprendizaje de lenguajes diversos que después ha concentrado en métodos de enseñanza”.