“En las lenguas indígenas hay mucho conocimiento que nos puede ayudar a salir de problemas ambientales, de salud y hasta económicos, pero hace falta valorarlas y reconocerlas también como una fuente de recursos”, expresa la artista y defensora de los derechos humanos Indra Arriaga Delgado.
Con proyecto de salvaguarda del náhuatl, puntualiza que al trabajar en la recuperación de estos idiomas no solo se recobra la palabra sino también la filosofía, una manera de pensar y hasta soluciones para preocupaciones actuales.
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“Lo que estamos viendo en el desarrollo de lenguas indígenas es que tienen conocimientos ambientales que la ciencia aún no conoce porque la ciencia viene de fuera”, sostiene.
Población tiene que sumarse para valorar las lenguas indígenas?
Indra, quien entre sus trabajos tiene uno realizado en la sierra de Zongolica, es del grupo de quienes coinciden en que no se valora lo que no se conoce. En las lenguas sucede algo similar, opina.
“Las lenguas indígenas entran en el derecho humano de existir, de moverse, de trabajar, de amar… Del respeto, promoción y preservación sí es responsable el Estado pero también la población en general tendría que sumarse a dar el valor debido”, indica en visita a Xalapa.
La escritora veracruzana afincada en Alaska asegura que en Zongolica hay pobladores con orgullo por su trabajo textil, mucho conocimiento y ganas de seguir adelante.
“Hay un renacimiento en Zongolica muy poderoso. Cantan en su lengua, tienen sesiones de zoom para practicar el idioma, pero hacen falta recursos, espacios y que las sociedades en general despertemos a todo lo que estas comunidades resguardan y tienen para compartir”, declara.
Al respecto, la antropóloga lingüista Yólotl Carrión Reyes amplía que en las poblaciones de lenguas indígenas hay saberes medicinales, de botánica, de gastronomía y de adaptación a los cambios, especialmente a los relacionados con el medio ambiente.
Considera que se debería divulgar que son los pueblos indígenas quienes en el pasado se encargaron de la domesticación de las plantas, hoy usadas tanto en el campo como en el sistema alimentario mundial.
“Los pueblos originarios tienen respeto por la naturaleza, la conocen, la usan a su favor pero también le devuelven lo que ella necesita. No olvidemos su proceso civilizatorio material y energético, sustentado en la biomasa y biodiversidad”, expresa.
Al referirse a los derechos humanos, igual que Indra Arriaga Delgado, dice que necesario que se cumplan sus derechos individuales, así como del uso de su lengua materna, con lo cual su sabiduría también sobrevive.
“La experiencia de las comunidades indígenas, su conocimiento tradicional y su uso sostenible tradicional de la naturaleza son un patrimonio que ha sido desdeñado”, apunta.
Indra Arriaga considera que si se empodera y fortalece a la comunidad, ella misma puede valorar su propio trabajo y conocimiento, pues todo viene del sentido de ser parte de algo más grande.
Yólotl Carrión cita los Derechos lingüísticos de los pueblos indígenas, publicación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, con el fin de subrayar que las lenguas indígenas son parte del patrimonio cultural y lingüístico de nuestro país.
“El Estado está obligado a adoptar las medidas necesarias para la promoción y difusión de las lenguas indígenas en medios de comunicación y programas culturales donde se promuevan la literatura, las tradiciones orales, y el uso de las lenguas indígenas”.