Veracruz, Ver.- A través de su literatura Salvador Díaz Mirón retrató abusos de poder, carencias e injusticias que ocurrieron hace 100 años en Veracruz y que hoy día lo apuntalan como el maestro emblema, poeta y político, destaca el promotor de la literatura del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), Agustín Guerola Bibén-Lafón.
En el marco del natalicio de Salvador Antonio Edmundo Espiridión y Francisco de Paula Díaz Ibáñez como fue bautizado, Salvador Díaz Mirón, el especialista habla de la relevante figura que es este poeta para la literatura y política mexicana.
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Destaca que en el caso literario se debe tomar en cuenta que mucha de la obra de Díaz Mirón, al menos en su primera etapa como escritor de poesía, refiere muchas cuestiones que a su parecer tienen un perfil social, su perspectiva hacía lo que estaba viviendo en ese momento.
¿Qué temas tocaba Salvador Díaz Mirón en sus obras?
“Plasmó su perspectiva acerca de su momento, de su época, del México que le tocó vivir hace más de 100 años; referíamos retratos de cierta carencia de justicia, abusos de poder que llegaban a darse en Veracruz y otras partes del país y que actualmente son un tanto recurrentes”, expresa.
Una obra que lo demuestra es El Desertor, donde se habla de la pobreza, el hambre y las injusticias. “Tendríamos que pensar si hemos superado o no estas circunstancias de inequidad; el fenómeno de la leva ahora es el crimen organizado. La poesía de Díaz Mirón es muy vigente, es parte de nuestra vida, si bien son cuestiones del siglo pasado no podemos evitar encontrar estos resquicios”, externó.
Puntualiza que la vida de Díaz Mirón se puede dividir en dos o más etapas; la primera por el romanticismo con sus poemas más conocidos como “A Gloria”, y que es uno de los más bellos, así como Espinelas.
Explica que en sus obras se refleja la emoción y el romance de Díaz Mirón y después dio paso a una segunda etapa, considerada como más modernista, con su libro Lascas, único publicado en vida y la cual es una recopilación de obras y que fue publicado y editado por la editora de Gobierno del Estado.
Lo recaudado de esta publicación se destinó a obras en el Colegio Preparatorio de Xalapa, conocido como Prepa Juárez. Salvador Díaz Mirón fue director de este plantel y en su memoria se encuentra un busto de él.
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La tercera etapa de Díaz Mirón menciona que se denomina retorno a los clásicos con algunos temas un tanto jocosos y finalmente como última etapa su exilio de 1914 a 1921 hasta la llegada de su muerte.
“Esta última etapa fue escasa, no menciona una producción amplia, aunque hay quienes refieren, como Leonardo Pasquel, que estaría preparando dos libros, es algo que queda vago. Hay otros que mencionan que Díaz Mirón quemó algunos de sus discursos que había preparado en función de que no eran a su gusto, lo que señala lo perfeccionista que era para algunas cuestiones literarias”, señala. Hace hincapié que con sus obras Salvador Díaz Mirón es un veracruzano internacional.
