¡Que inicie la celebración! Coatepec festeja a San Jerónimo con flores, altares y música

Arcos elaborados con flores que son traídas exclusivamente de Puebla adornan un festejo que tiene ofrendas de origen prehispánico

Arantxa Arcos | Diario de Xalapa

  · sábado 24 de septiembre de 2022

La actividad de mayor atracción religiosa y hasta turística está basada en la elaboración artesanal de rectángulos | Foto: Arantxa Arcos | Diario de Xalapa

Coatepec, Ver.- Cada 29 de septiembre, las calles del pueblo mágico de Coatepec se inundan de flores, altares y música regional que venera al santo patrono: San Jerónimo. La actividad de mayor atracción religiosa y hasta turística está basada en la elaboración artesanal de rectángulos de gran tamaño repletos de flores y vegetación de la región central montañosa de México.

De acuerdo con relatos, como el existente en el libro “San Jerónimo y Tepeyollotl” de Jesús Javier Bonilla Palmeros, la composición de las ofrendas florales forma parte de un proceso evolutivo que tiene origen en la época prehispánica y su continuidad con el periodo colonial.

Otras fuentes históricas producidas por frailes durante el siglo XVI hacen referencia a la serie de prácticas culturales entre indígenas de la Nueva España, pues el enramar los accesos de templos era parte de un homenaje a sus creencias o festividades anuales.

La costumbre se mantuvo en el periodo colonial, principalmente en atrios y pórticos de espacios católicos en forma de rectángulos o de arco de medio punto, término que actualmente es como los conocen: Los Arcos.

¿De qué están hechos Los Arcos en Coatepec?

La gran ofrenda floral está hecha, especialmente, de flor de cucharita o soto, que se combinan con otros colores entre tenchos y epífita o epifita, que son orquídeas, bromelias, entre otras plantas de la región.

La flor de cucharita no está en Veracruz, por lo que los artesanos y feligreses viajan hasta Tlalconteno o Alchichica, en el estado de Puebla, mientras las otras plantas se encuentran con facilidad hasta en el patio de los habitantes de Coatepec.

Como la “Bajada de los Arcos” - nombre que dan a la actividad de bendecirlos en el barrio de Los Carriles y cargarlos hasta el recinto católico que contemplaron- es el 29 de septiembre, los preservadores de la tradición se organizan hasta con quince días de anticipación para adquirir todo el material floral y forjar muy bien la base hecha con madera y troncos de gran tamaño atados con mecate o rafia.


La flor de cucharita es uno de los principales productos que se utilizan en la elaboración de los arcos | Foto: Arantxa Arcos | Diario de Xalapa


¿Qué es la Bajada de Los Arcos?

El barrio de Los Carriles, una colonia situada casi bajo el Cerro de Las Culebras en el Pueblo Mágico de Coatepec, es el punto sede donde se congregan los artesanos que elaboraron y cargaron hasta este punto su “gran obra maestra” hecha con flores.

El “Arco Mayor”, como nombran al que terminará en la puerta principal de la Parroquia de San Jerónimo –ubicada frente al parque “Miguel Hidalgo y Costilla”-, es el único que no cargan para bendecirlo, pues en esta colonia es donde lo elaboraron.

La familia Huesca es quien encabeza la elaboración de dicho arco, su labor es identificada y replicada por los demás grupos que se distribuyen en la calle de Hernández y Hernández; Tlanalapan; el barrio de San Miguel; y Arteaga.


En Coatepec se festeja a San Jerónimo prácticamente todo el mes de septiembre | Foto: Arantxa Arcos | Diario de Xalapa


Al estar todos congregados en un mismo punto, el párroco de la Parroquia de San Jerónimo oficia una eucaristía en presencia de ellos, feligreses y cientos de turistas que llegan al municipio para presenciar el acto de fe.

Después de la misa, detonación de pirotecnia y gritos de euforia por danzantes nombrados como “tocotines”, los artesanos ponen sobre sus hombros el arco floral y comienzan a caminar sobre la calle de Quintana Roo, Arteaga y llegar a su iglesia designada de ofrenda.

En el trayecto, los cargadores –en su mayoría hombres- gritan a los habitantes que admiran desde sus azoteas o ventanas “agua, agua”, para que los mojen con cubetas o mangueras.

Antropólogos que documentaron la tradición, relatan en sus libros que existe la posibilidad de que las ofrendas de flores se fundamenten en el hecho de que la fiesta a San Jerónimo se inserta en la finalización del periodo de lluvias y la culminación del ciclo agrícola.