Todos podemos hacer algo para proteger y conservar nuestro ecosistema, por eso es vital que desde la infancia se eduque sobre la ciencia, explica Akeri Cruz Bonilla, técnico del área de Educación Ambiental del Jardín Botánico del Instituto de Ecología.
El también integrante del programa “Un Verano en el Jardín” comenta lo importante que es la educación ambiental para los menores porque permite acercarlos al conocimiento e investigación científica.
¿De qué trata el curso de Un Verano en el Jardín?
Agrega que en este curso de verano que ofrece el Instituto de Ecología, por parte del área de Educación Ambiental, se busca fomentar a los menores a ser científicos y a tomar acciones responsables para cuidar la naturaleza.
Se les acerca a los distintos laboratorios donde conocen el quehacer de las y los científicos para que sepan que es un área al que pueden ingresar porque muchas veces ven a la ciencia como algo lejano cuando es algo primordial para el desarrollo de una región y de un país.
Uno de los temas que tratan con los menores que asisten a Un verano en la ciencia es el de los polinizadores, “se les muestra qué son estos animales que se encargan de llevar el polen de una flor a otra”.
De forma divertida se les acerca a la ciencia, se les hace percibir que hay un solo planeta al que hay que proteger y conservar, “aprenden que nuestro ecosistema es algo delicado, fascinante, sorprendente, hermoso, pero que tiene un balance único y que todos podemos hacer algo que está en nuestras manos, no solamente en un sentido colectivo, sino como individuos responsables para ayudar porque a la naturaleza la debemos cuidar todos”.
Esta semana, dice, aprendieron sobre la función de las abejas, murciélagos, colibríes y mariposas, “deben saber que están en riesgo y que nuestra producción alimentaria depende de los polinizadores”.
¿Qué hacen los polinizadores?
Explica que es necesario que los pequeños sepan que los polinizadores son un grupo de animales muy diversos que se encarga de llevar polen de la parte femenina de una planta a la parte masculina de otra flor de su misma especie.
Agrega que hay una gran diversidad de polinizadores, abejas, colibríes, mariposas, polillas y otros menos bonitos como las moscas, por ejemplo, pero son vitales para el mundo.
Hay que alertar, comenta que los químicos como es el caso del glifosato envenena el suelo y tierra y finalmente lo hace también a las plantas.
Ante esa situación, es importante acercar a los chicos para que conozcan la función de mariposas y abejas, es parte de la educación ambiental que reciben en el jardín Botánico, pero que debe generalizarse para que todos en conjunto tomen acciones particulares para conservar el ecosistema que se tienen en la región, concluyó.