En un país en el que se sabe de la existencia de niños sicarios, la creación de programas culturales, deportivos y recreativos para las nuevas generaciones no debe ser opcional sino una prioridad, coinciden gestores culturales.
"En lugar de que empuñen un arma, nosotros les damos un pincel, una jarana, un libreto de teatro…”, expresa Sael Giovanni Carrizosa, quien es docente y encargado del Semillero Creativo de Laudería Son y Jarana del municipio de Cosoleacaque. “Sí hay esperanza, sí es posible un mundo mejor”, dice en entrevista en Xalapa, ciudad que visitó con motivo de la presentación de la muestra “Tengo un sueño”, la cual reunió el talento de infantes y jóvenes de diferentes partes del estado.
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¿En qué municipios se realizan los Semilleros Creativos?
Al referirse al programa federal Semilleros Creativos, en desarrollo en once municipios de la entidad, celebra su permanencia, especialmente en lugares marginados o donde existe cierto índice de violencia. Llama a padres de familia a ubicarlos, pero también a buscar a los distintos colectivos artísticos, a las agrupaciones deportivas y a los generadores de actividades de recreación para tener ocupados a niñas, niños y jóvenes.
“Es tarea de todos, de padres de familia, de los niños que asisten, de los docentes, del Estado y de todas las personas que facilitan instalaciones, instrumentos o su conocimiento para hacer realidad una oferta para las nuevas generaciones”, manifiesta.
Sael Giovanni Carrizosa, quien trabaja de manera conjunta con el profesor Anastasio Antonio Martínez, comparte sus raíces a un grupo de niñas, niños y jóvenes. “Sabemos que todo pueblo que no tiene identidad, que pierde sus orígenes, sus raíces, está destinado al olvido. Nosotros asumimos el compromiso de seguir compartiendo lo que se ha hecho en el pasado, y eso nos pone felices”, dice.
A nivel artístico y comunitario, ve en los últimos años un tiempo de ruptura de brechas generacionales, pues antes el son únicamente se escuchaba con los adultos, pero ahora, las nuevas generaciones se interesan por la música tradicional.
“Estamos haciendo comunidad”, declara, y su dicho tiene respaldo de María Angélica Chong Ortiz, quien dice estar convencida del poder transformador del arte.
Con una experiencia de vida en la cual el teatro ha sido “una tabla de salvación y un espacio seguro donde navegar”, sostiene que hoy más que nunca los gobiernos se deben aliar para crear más programas culturales.
También, añade, deben construir más centros deportivos, más parques, más espacios para las nuevas generaciones: “No debe ser opcional sino una prioridad”, puntualiza.
¿Cómo funcionan los Semilleros Creativos en Veracruz?
Sobre cómo funcionan los Semilleros Creativos de Veracruz, la enlace estatal Roxana Quiahua Alamillo sostiene que este programa busca mostrar cómo “las políticas culturales pueden incidir favorablemente en el desarrollo de las comunidades, siendo el arte y la cultura una alternativa viable y accesible para el buen vivir”.
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Añade que en estos espacios contribuyen al ejercicio efectivo de los derechos culturales, fortalecen las conexiones e intercambios creativos, y con ello fomentan una cultura de paz.
Jesús Alejandro Hernández Domínguez, joven de 19 años que en seis meses aprendió a tocar la jarana y también a construir su instrumento, acepta que para él la experiencia es muy placentera.
En el sur de la entidad, él asiste a las sesiones artísticas y cada mes contribuye a realizar el reporte “Huella comunitaria”, donde habla de sus avances y sentires.
¿Por qué es importante la aplicación de Semilleros Creativos?
“Pienso que Semilleros Creativos es muy importante porque es gratis y nos ayuda a darle importancia a lo que a veces no tomamos en cuenta. Debe prevalecer el amor a nuestras raíces”, enfatiza quien es estudiante de Ingeniería Industrial, en la ciudad de Coatzacoalcos.
Actualmente, en el IMAC se puede observar una exposición-evidencia fotográfica de lo que sucede en los Semilleros de Actopan, Camerino Z. Mendoza, Coatepec, Coetzala, Cosoleacaque, Cuitláhuac, Banderilla, Oteapan, Tequila, Tlacotalpan y Zongolica.
En estos lugares se desarrollan sesiones de son y jarana, zapateado, telar de cintura, ilustración, muralismo y barro, teatro, grabado, danzas africanas, graffiti y rap.