Y de pronto, entre la oscuridad irrumpe con estridencia la Cabalgata de las valquirias de Wagner. Se levanta el telón y entre cánticos aparecen dos figuras femeninas maquilladas y vestidas como drag queens en el escenario. Son Circe y su suegra Isadora, quienes entre delirantes discursos, chantajes y enredos se pelean por el control de Diego, el esposo de Circe, quien en su imaginación cree ser un “verdadero hombre”, pero sólo es un niñote absurdo que aún depende de ellas para sobrevivir.
Son ellos tres los protagonistas de Devoradoras de un ardiente helado, farsa musical que se presentará en el teatro Julio Castillo, del Centro Cultural del Bosque, a partir del 25 de agosto hasta el 2 de octubre.
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Se trata de una obra escrita en 1972 por el reconocido dramaturgo Antonio González Caballero (1927-2003), con la que criticó la decadencia de la familia clásica mexicana y su supuesta imposibilidad de conciliación entre los géneros, así como la perpetuación de sus viejos valores.
“Nos alegra mucho esta obra porque creemos que es muy pertinente para el contexto social que impera en todo el mundo en la búsqueda de equidad de género. Creo que es valiosa, a pesar de ser escrita en otra época en la cual no se percibía todo esto. Pero este texto, a la hora de leerlo, de ponerlo en escena se contextualiza a nuestra actualidad”, comentó el director Emmanuel Márquez en el anuncio del estreno de la primera obra de Antonio González Caballero producida por el INBAL.
Con complejos, pero muy divertidos, diálogos neobarrocos que exaltan el lenguaje mexicano, y cómicos enredos, dignos de una comedia de Juan Ruiz de Alarcón, esta obra encuentra un singular acoplamiento con el presente al sumar la esencia del drag, referencias graciosas y sutiles de sucesos de las redes sociales, música y coreografías de géneros musicales contemporáneos, así como un sin número de elementos de la cultura popular en México.
Los actores que participan en esta obra representando personajes femeninos son todos hombres, con la intención lograr “la sátira y el esperpento que puede acercar al público juvenil, transgresor, empapado de nuevas tendencias musicales y sexuales'', explica el director.
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Las actuaciones corren a cuenta de Omar Esquinca, Angelo Enciso, Arias de la Cantolla y Jorge Zárate. Este último —reconocido por sus actuaciones en películas como El infierno y La ley de Herodes—, comentó, en presentación a medios de comunicación, que tenía interés de interpretar a una mujer en su carrera.
“Yo ya había buscado considerarme una mujer como objetivo en mi carrera actoral, para así lograr otras coloraturas en mi actuación. Por eso me llamó la atención este personaje, aunque creo que esa búsqueda va a ser eterna, porque nunca se podrá igualar la integridad de las mujeres”, comentó.
