TEMPOAL, Ver.- La tradicional elaboración de máscaras de madera es un arte que ha perdurado por siglos en México y se mantiene vigente en la zona norte de Veracruz, principalmente en la fiesta del Día de Muertos. En esta temporada los artesanos mascareros son parte esencial de las celebraciones.
En la actualidad, esta técnica trasciende a otras partes del país e incluso de Estados Unidos, en donde la atención de la gente es atrapada por la belleza que representa la fabricación en cada una de estas obras.
La máscara es el principal accesorio para la celebraciones del Día de Muertos, protege para que la muerte no reconozca al incauto, un objeto invaluable que vale la pena procurar incluso más que los verdaderos rostros. Es, también, utilizada para burlar a la muerte durante las fiestas donde vivos y finados conviven, en un día que todos esperan.
EL TALLADOR DE ROSTROS
Para el artesano mascarero Virgilio Gerardo Herbert Cruz, originario del municipio de Tempoal, que por más de 20 años se ha dedicado a la elaboración y diseño de las máscaras, la fiesta de Xantolo es una oportunidad de mostrar la riqueza cultural de la región. La delicadeza, precisión y elevada técnica de este tallador de rostros, es reconocido y ha trascendido fronteras.
Apoya en sus piernas un rostro serio hecho de cedro, sostenido por sus duras manos mientras por el lado opuesto golpea con una gubia con fuerza, recuerda que al ver a su padre por muchos años llevar a cabo esta tradición crecía el interés por aprender. Desde muy temprana edad Virgilio Gerardo se ha dedicado a la creación y venta de estas piezas consideradas sagradas en la cultura huasteca.
REQUIERE TIEMPO, PACIENCIA Y DEDICACIÓN
En cada pieza se llevan aproximadamente de dos días a una semana de trabajo, considerando desde el cortado de madera, la talla sobre los duros troncos de cedro y el colorido tan peculiar que las caracteriza.
“Mi trabajo se ha adquirido en muchos lados, principalmente en la frontera en ciudades como Houston, Corpus Christi, Fort Worth, Baja California y también a nivel nacional” dijo orgulloso el artesano.
LA BOCONA
Una de las máscaras más emblemáticas de la Huasteca es La Bocona, en la que refieren los artesanos que es muy popular en la celebración de la Viejada, una danza dedicada a los muertos. Se tiene la creencia que usar máscaras oculta al que la porta de la muerte y el baile la distrae para que se alegre.
"Para nosotros es un orgullo que nuestro trabajo sea reconocido, lo vemos en las danzas cuando portan la máscara que nosotros elaboramos desde muy pequeños", dice.
Las máscaras míticas evocan el choque cultural del cual proviene la sincrética población de la Huasteca veracruzana.
Entre las más reconocidas destacan la catrinas, las aztecas, apaches, del diablo, siendo La Bocona la más reconocida; siempre en este ejercicio de la dualidad complementaria que da vida a la riqueza cultural de la región.
La Bocona, de color negro, labios gruesos, pómulos marcados y una enorme sonrisa, refleja el ambiente festivo de la convivencia de vivos y muertos.
EL COLOR DE LA MÁSCARA
Al paso de los años el arte se ha perfeccionado para todos los fanáticos y quienes contribuyen en mantener la tradición.
El artesano pintor tempoalense, William Franco García, por más de 16 años se ha dedicado a darle color a cada una de las máscaras, con técnicas novedosas para brindarle el juego de tonos a cada uno de los diseños.
Con aerógrafo le da el color pintoresco a cada una de las piezas: "Al inicio comenzamos a pintar las máscaras con brocha y pintura, pero me percaté que no tenía un acabado perfecto, con el paso de los años perfeccioné mi técnica y hoy en día lo realizó con el aerógrafo", señaló.
El interés por aprender llevó a William a dominar el arte que hoy se ve reflejado en el acabado de su trabajos llenos de color y vida, donde al año elabora más de 200 máscaras que son apreciadas en la huasteca, México y Estados Unidos.
Virgilio y William han conformado una de las duplas más reconocidas a nivel nacional en el desarrollo de estás artesanías.
En Tempoal se vive intensamente el Día de Muertos, donde para los artesanos de esta zona del norte de Veracruz, mantener la tradición representa el contacto con los que ya no están y la promesa de que continuarán visitándonos.