Diana Caballero Alvarado, nativa de la Ciudad de México con estancia en Catemaco, Los Tuxtlas, Córdoba y actualmente residente en Coatepec, ha hecho de su vida un viaje constante. Dos son los motivos: su crecimiento profesional y su pasión por fotografiar abejas. En 2024 es conocida como la fotógrafa de las abejas.
A poco tiempo de su regreso del desierto de Sonora, donde captó cientos de imágenes, comparte cómo le cambió la vida observar más a detalle la belleza de estos insectos y su labor que los ubica como polinizadores por excelencia.
“Mi encuentro con las abejas fue casual, a través de la observación de unas plantas que regresaban a un sitio que durante mucho tiempo fue destinado a la ganadería, pero el nuevo dueño quiso recuperarlo y que la naturaleza regresara”, narra.
Para Diana fue impactante ver cómo además de la siembra de árboles que se hizo en aquel entonces la naturaleza regresaba plantas silvestres y, a los dos años, ya estaban de regreso también las abejas nativas.
“La curiosidad me llevó a ellas, a observar su conducta, a ver cómo eran tan insistentes con una planta. También me atrajeron sus colores tornasolados bellísimos, como las esmeraldas…”, menciona.
Aunque no tiene registro de cuántas especies ha documentado en diez años, afirma haber andado por el centro-sur del país; la mayor cantidad de sus fotos son de abejas halladas en Veracruz.
En breve recuento nombra monitoreos de especies en:
- Campeche
- Quintana Roo
- Yucatán
- Oaxaca
- Puebla
- Tamaulipas
- Nuevo León
- Jalisco
- Sonora
Menciona orgullosa que al desierto fue específicamente a buscarlas a ellas.
Las abejas, su proyecto principal
Sin dudar, afirma que fotografiar abejas se ha vuelto su proyecto principal: “No es el único pero sí al que le dedico más energía y tiempo. Estoy centrada en buscar abejas y materiales para darle salida a la fotografía”.
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Con el fin de que la imagen no solo se quede enmarcada y en alguna pared o como adorno en un escritorio, idea materiales que motiven el interés y el conocimiento por las abejas y su importancia en el planeta.
“Mucho del registro es de la abeja pero también de sus encuentros con las plantas; creo que entre muchas otras cosas, son mensajeras de las plantas para que las volteemos a ver porque sostienen gran parte de la vida en el planeta”.
La fotógrafa ya tiene el primero de muchos libros que tiene planeados para mostrar la diversidad de abejas y plantas en el país. Publicado en 2021, cuenta con 36 imágenes, sin embargo, como en México hay más de 2 mil especies de abejas, “faltan muchos volúmenes más”, expresa.
“Me gusta más que lo piensen como herramienta de consulta y no solo para estar en el librero. Es muy versátil y puede servir incluso para montar exposiciones en un parque o llevarlo a cualquier comunidad o espacio; cada página puede servir como herramienta pedagógica”.
El libro “El primer encuentro, el jardín de las abejas nativas de México” y algunos memoramas es lo que Diana ya tiene en circulación; adelanta que vienen más materiales para hacerlos llegar a personas de distintas edades, especialmente a niñas y niños.
Exhorta a detenerse en algún lugar, buscar una planta o flor y observar, pues hay alta probabilidad de tener un encuentro con las abejas.
Llama a estar preparados para ver a otros polinizadores, como escarabajos, moscas y colibríes. Para saber más de la diseñadora en Comunicación Visual, a quien de niña se le ocurrió en un cumpleaños pedir de regalo una cámara fotográfica, se sugiere buscarla en Instagram como Diana Caballero Alvarado.
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