La muerte y la destrucción, así como los rostros de la pérdida, la angustia y la incertidumbre, están presentes en "La guerra llegó en invierno", exposición fotográfica de Héctor Adolfo Quintanar, a la vista del público en la Biblioteca Carlos Fuentes.
Las imágenes de la guerra entre Rusia y Ucrania, captadas por el antropólogo, despiertan un sinfín de emociones, entre ellas la de impotencia con el consecuente llanto de visitantes como María Eugenia Ortiz.
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Frente a la foto de un padre que sostiene la mano de su hijo de 13 años, víctima del ataque de misiles a la ciudad de Kharkiv, María Eugenia expresa que fotos como esta deberían estar en un lugar más visible.
“Tal vez si las pusieran en grande, en un lugar abierto, la sociedad se conmovería y no olvidaría que en 2022 hay un conflicto bélico que le arranca la vida a personas inocentes. Quizá surgirían líderes y movilizaciones por una cultura de paz”.
La imagen a la que se refiere está acompañada de un texto intimista del autor, quien es docente en la Universidad Veracruzana. En “El peor día de un padre: la secuencia de un crimen” habla de los bombardeos, pero también deja al desnudo sus emociones como documentador fotográfico de la tragedia.
“Mientras reinaba el caos, las explosiones, la muerte y la destrucción en el lugar, un padre rezaba por la vida de su hijo sin soltar su mano, como si se aferrara a ella o intentara que lo que estaba pasando no fuera real… Los niños y los civiles no deben morir en la guerra. Y los padres no deben tomar de la mano a sus hijos asesinados por delincuentes”, anota.
"La guerra llegó en invierno" está conformada por una selección de 15 fotografías: casas, edificios bombardeados, un misil sin estallar en medio de un plantío de girasoles, patrullajes, oficiales, caos, refugiados, la vida y la muerte en macabra danza.
El trabajo que presenta Héctor Quintanar, explica él mismo, es un conjunto de fotos que le permitieron atestiguar las primeras fases del conflicto acompañadas con algunas notas y crónicas.
Originario de la Ciudad de México pero radicado en Coatepec, el también arqueólogo y responsable del taller de foto de la Facultad de Antropología-UV comparte datos históricos, habla del contexto político y, con mirada crítica, emite su opinión sobre la cobertura periodística que se le da a este conflicto.
El periodista gráfico especializado en temas de conflicto y violencia anota que en su estancia en Ucrania halló un pueblo urgido de que en cualquier rincón del mundo se sepa de su situación.
“Aunque este rincón sea México, donde tenemos nuestros propios problemas pero donde creo que también es necesario aprender de las penurias que vive el otro”, puntualiza.
"La guerra llegó en invierno" se puede visitar en la galería de la Biblioteca Carlos Fuentes, en J.J. Herrera esquina con Úrsulo Galván, de 9:00 de la mañana a 8:45 de la noche, de lunes a sábado.
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¿Sobre qué es la exposición “Tormenta de luz"?
Además de esta muestra, en el mismo recinto se puede observar “Tormenta de luz", de Alfredo De Stefano, quien ha viajado por los desiertos más importantes del planeta. Considerado uno de los fotógrafos conceptuales contemporáneos más importantes de México, da cuenta de su pasión por el paisaje y por el desierto en específico.
De Stefano apunta que lo suyo es “una acción que reintegra un acto de reflexión sobre lo que el desierto ha perdido, pero también una forma de devolverle, desde una intervención personal, su memoria devastada”.
Miembros del Sistema Nacional de Creadores, su trabajo ha sido exhibido en Estados Unidos, Sudamérica, Europa y Asia. Hoy hay oportunidad de ver su trabajo en Xalapa, como parte de las exposiciones del Festival Internacional de Fotografía Distancia Focal. La invitación es abierta a todo público. El acceso no tiene costo.