Previo a la celebración de la Navidad muchas personas aprovechan para llevar a restaurar el niño Dios que pondrán en el nacimiento. Don Pablo Del Moral Sandoval quien se dedica a rehabilitar imágenes religiosas expone que ya comenzó su época “de mucho trabajo”.
Explica que en su caso, realiza un trabajo de gran detalle y “de mucho toque” porque se trata de piezas que tienen en las familias desde muchos años y que tienen un valor sentimental incalculable.
Precisó que ya se acerca la Navidad y con ello las familias católicas acostumbran colocar el tradicional Nacimiento. Y es que, explica que empezó la temporada restaurando imágenes de San Judas, la Virgen de Juquila y la virgen de Guadalupe pero ahora vienen los niños Dios.
Expone que le ha ido bien este año. “En Xalapa hay muchos que tienen devoción por las imágenes, así que me los traen a remozar”.
Esta tradición, dijo, tiene que ver con el amor que se le tiene a las imágenes, que son piezas que heredaron de sus madres, abuelas y hasta bisabuelas, por lo que en vez de comprar uno nuevo con el paso de los años, “las familias quieren conservarlos y me los traen para darles una manita de gato y pues la verdad es que me quedan como nuevos”.
Expresa que hay niños Dios que le llevan que tienen hasta 30 años de estar en las familias para ser parte del nacimiento de un hogar y pues eso tiene un gran valor sentimental para los miembros de estos grupos.
Comenta que en estos días tiene mucho trabajo. Arregla unos 3 al día, porque el trabajo es de mucha paciencia y destreza artística, para que queden como nuevos.
Los materiales que utiliza para reparar las imágenes son yeso y pinturas de distintos tonos, de acuerdo a la imagen que le llevan. También repara otras figuras del nacimiento como son San José, la Virgen María, los Reyes Magos o los borregos y ángeles.
Comenta que sus clientes son de muchos años, que conocen el trabajo que realiza y siempre vuelven para recuperar sus imágenes que son valiosas para ellos.
Considera que su oficio de restaurador de imágenes no se perderá porque siempre habrá algo que reparar. “Cada día llegan más personas que buscan hacer esta labor”.
De los precios comenta que depende, porque a veces hay que pegar piezas. Pero en promedio cobra entre 100 hasta 250 pesos, pero depende del tamaño del Niños Dios.