Litografías, serigrafías y collages de 12 autores del movimiento artístico conocido como la Ruptura conforman la exposición “Ruptura y continuidad: gráfica del México moderno", a la vista del público en Xalapeños Ilustres 66.
La colección, considerada en este momento como la más importante en la ciudad, permite ver en un solo espacio piezas de la gráfica moderna de creadores con reconocimiento internacional.
Reciben al visitante once serigrafías de Fernando García Ponce, tres de Manuel Felguérez y tres de Mathías Goeritz, dos de ellas de metal preformado, montado sobre madera.
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Al continuar, halla uno el trabajo de Arnold Belkin, Pedro Coronel, Vicente Rojo, Rufino Tamayo, Carlos Mérida, Rafael Coronel y José Luis Cuevas, de quien hay litografía y grabado.
El curador de la exposición, Alejandro Mariano Pérez, explica que la ruptura contra la academia en el siglo XX tiene su antecedente en el divisionismo de las exposiciones impresionistas desde 1874 que continuó con las vanguardias históricas hasta 1939.
“Después, Estados Unidos tomó la estafeta de la modernidad en el arte con el financiamiento del expresionismo abstracto y en general del programa denominado ‘arte moderno’, que desplegó desde los años 40 hasta que se diluyó con la guerra de Vietnam en 1976”.
En México, añade, la ruptura con el régimen antiguo tuvo como precursor a Rufino Tamayo, quien se vio obligado a emigrar a Nueva York desde 1936 para validar su propuesta plástica, lograr su consolidación en los años 40 y erigirse en una celebridad mundial desde los años 50.
“El arte moderno en México arranca sutilmente en los años 50 con la influencia que ejercieron Rufino Tamayo, el recién llegado Mathias Goeritz, Carlos Mérida —desde los 30—, Valdemar Sjolander y Enrique Echeverría”.
Los mencionados autores apoyaron a una nueva generación de pintores y escultores que para proyectarse en el país y el extranjero se congregaron en históricos proyectos de galerías de arte exclusivamente ocupadas en estos esfuerzos emergentes.
En el texto de sala se recurre a Octavio Paz, quien afirmaba que "a todos los impulsaba el deseo de encontrar una nueva universalidad plástica sin recurrir a la ideología".
Alejandro Mariano señala que todos estos artistas rompieron formal e ideológicamente con el canon oficial de la escuela mexicana de pintura y su retórica política para la introyección masiva de una épica propia que se convirtiera en una sola identidad.
“Todos ellos fueron un grupo hecho de individualidades, procesos artísticos que caminaron juntos trabajando en cambiar y nutrir la imagen de nuestra cultura, actualizando nuestros valores estéticos y artísticos de referencia, contrastándolos con los de las demás naciones y poniendo a circular obras únicas, herederas de tres milenios de creación”.
El recinto expositivo está abierto de lunes a viernes, de 10 a 15 horas y de 17 a 20 horas; los sábados, de 10 a 14 horas. El acceso es libre de costo.