El arte y la naturaleza humana

El integrante del equipo del Ministerio de Cultura de Perú considera que en la mayoría de los países existe una crisis de público para las actividades artísticas que tiene que ver con el uso, cada vez mayor, de los dispositivos electrónicos

Maribel Sánchez

  · lunes 24 de septiembre de 2018

Foto: Jesús Escamiroza

Mauricio Salas Torreblanca, coordinador y programador del Gran Teatro Nacional de Perú, visitó Xalapa con motivo del Primer Encuentro Estatal de las Artes, donde además de conocer algunas de las propuestas teatrales y musicales de los creadores veracruzanos, concedió una entrevista a Diario de Xalapa en la cual habló de los beneficios del arte y los problemas que viven en la actualidad los creadores para acercar sus propuestas a los espectadores.

Mauricio, por primera vez se realiza en Xalapa un encuentro entre artistas con programadores internacionales. ¿Por qué cree que es importante que existan estos espacios-plataformas?

Estos trabajos son fundamentales y me alegra mucho que en Veracruz se haya gestado esta propuesta porque denota que hay una vocación por descentralizar las actividades.

Espacios así permiten que los creadores tengan contactos y, al mismo tiempo, puedan medir el nivel de su proyecto, ver si funciona y medir si resulta atractivo para público local y de otras naciones.

Me parece, además, que es una manera positiva de enfrentarse a la realidad. Definitivamente es muy saludable y se debe enfatizar la importancia de la continuidad, porque con un buen trabajo de promoción, es posible dinamizar el sector.

Foto: Sebastián Kunold

La mayoría de los artistas en Veracruz trabaja sin apoyos institucionales, lo que les hace pensar y declarar públicamente que el arte es una labor de resistencia. ¿Qué opina usted sobre esta frase?

Sí creo que siempre va a ser un espacio de resistencia, pero necesariamente se debe buscar y encontrar cuáles son los mecanismos que permitan continuar sosteniendo la lucha contra la deshumanización.

¿A qué se refiere cuando habla de una lucha contra la deshumanización?

A que cuando un creador presenta a un público una propuesta artística está compartiendo ideas que posibilitan en el público un reencuentro con su propia humanidad, con su lado sensible y, eso, en los tiempos actuales, es una lucha, un acto heroico.


Toca el tema de los públicos. ¿Cuál cree que sea una de las estrategias para aumentar las audiencias?

A la gente no nada más hay que decirle que es un buen trabajo el que se le presentará o que es bajo el costo, a las personas se les debe compartir la idea nodal de que en el arte hay un posibilidad de satisfacción personal totalmente ligada a la naturaleza humana, al desarrollo de las emociones y de la sensibilidad. Por ahí va el reto de la formación de públicos.

En Perú, en el teatro, nos hemos enfrentado a una crisis de público muy fuerte. De hecho, venimos de dos décadas de terrorismo; salir a una sala era arriesgar la vida.

En ese sentido, hemos tenido dos décadas de paralización y de un miedo interno que la gente no va a superar todavía, pero el reto ha existido y hay que enfrentarlo.

¿Cuál considera que es la mayor competencia de entretenimiento que tienen las actividades artísticas y culturales?

Estamos en una época en la que lamentablemente competimos con un sinnúmero de plataformas y dispositivos electrónicos. Cada vez les es más complejo a las personas salir de la comodidad de su casa para ir a un teatro, a una sala de concierto. Eso nos motiva a ser más creativos y a incentivar a que las personas encuentren en el arte ese valor agregado para desarrollarse como seres humanos.

Con respecto a los apoyos institucionales, ¿podría decirme cuál cree que deba ser la responsabilidad del gobierno para brindar apoyo al arte y la cultura?

Se trata de un tema muy complejo porque hay quienes por decisión personal han decidido no participar en convocatorias emitidas por el gobierno; hay otros que ven como único mecanismo de creación la ayuda gubernamental; otros más lo ven como un pronunciamiento propio y crean sus propios circuitos y mecanismos para moverse en el mundo.

Lo que me parece que no debería pasar en ninguno de los casos es quedarse a la espera de que algo mágico suceda. Hay que trabajar en alguna de estas formas con la mayor honestidad.

Ahora, cada país tiene su propio nivel de desarrollo en políticas culturales. Es un trabajo bastante complejo porque nunca será suficiente, por un lado, pero por otro, sin duda es una responsabilidad compartida.

Creo que es tan importante contar con estos mecanismo de ayuda, de generación y de posibilitar que el sector crezca, como también es importante prepararnos adecuadamente para poder obtener la ayuda y poder hacer que estos apoyos verdaderamente generen un cambio en el trabajo realizado.

Por último, usted se ha desarrollado durante 18 años como gestor cultural y promotor, ¿qué se necesita para lograr realmente contribuir a darle un mejor lugar al arte y a sus artistas?

El gestor necesita práctica, vocación y la capacidad de dedicarse en absoluto a un tema y de convertirlo en el tema de su vida.

El gestor cultural no solamente necesita tener las herramientas técnicas y académicas para poder ejercer sino que necesita compromiso y vocación. En la medida que esa personas le dedique su vida, será un gestor completo.