El teatro con títeres y la novela gráfica se han vuelto para el xalapeño Pavel Ortega el lenguaje idóneo para explorar su capacidad creativa. También, el medio para contar historias, siempre en búsqueda de la libertad en sus distintos niveles.
A unos días de iniciar temporada de funciones de Rey Pirata, Pavel declaró en entrevista que abonar al arte en tiempos convulsos, en una época en la que la guerra y la violencia son fuertes que tal pareciera que no existe otra posibilidad, “el arte es un acto de rebeldía”.
El arte nos redime y nos permite decir: “a pesar de todo, aquí estamos, y seguiremos estando hasta que nos lo permita la vida. Es una responsabilidad. Y rendirse es la muerte, aunque sea en vida”.
Ya sea en un área o en otra, continúa abonando al mundo del arte, con las dificultades que conlleva trabajar de manera independiente. Al respecto, afirmó que cada vez es menos rentable mantener una compañía con varios integrantes. Su apuesta es al trabajo unipersonal, desde 2012, y con un equipo pequeño, compuesto por Verónica Orduña, Eme de Armario y Juan Manuel González, a quienes los une una relación de admiración y respeto.
Entre otras particularidades, como grupo La Tramontana destaca la utilización de distintos materiales para la construcción de los títeres, con excepción del hule-espuma.
“Dejé de usarlo hace unos diez años porque es una técnica que contamina muchísimo. Tarda mucho en degradarse y la vida útil de un títere con este material es muy corta. Regularmente trabajo las marionetas”.
Otra característica es el propósito de romper con lo trillado: “Trato lo clásico, obviamente, porque todas las historias, de alguna manera, ya están contadas, pero creo que nos queda mucho por hacer en cómo estructuramos la narrativa y los títeres; a veces hay que arriesgarse a contar un poco historias melancólicas, tristes, porque a los niños no siempre se les tiene que sobreestimular para que se callen o se cansen”.
El artista escénico opinó que es bueno que los chicos reflexionen, que piensen. “A veces hay grupos que no se atreven a tocar algunos temas porque no son tan comerciales. Sin embargo, creo que es responsabilidad de quienes nos damos cuenta de esta carencia, rellenar esos espacios y dar lugar al diálogo, a decir lo que no se quiere contar, porque sí se puede hacer. Con ingenio y con ternura, se puede hablar y llegar a puntos en común, y hasta modificar conductas”.
Su más reciente entrega, Rey Pirata, es un unipersonal con marionetas que podrá ser apreciada en Casa del Lago de la Universidad Veracruzana, el sábado 22 y domingo 23 de junio, a las 12 horas.
La invitación es abierta a chicos y grandes interesados en conocer una historia “llena de bucaneros, esqueletos, monstruos marinos y un pequeño bebé que entra en escena dispuesto a cambiar el destino final del errante pirata Craneo y su tripulación, dejando una reflexión sobre la vida y la muerte.
“Porque la mar, que siempre es un camino, es la aventura y la libertad. ¿Adónde nos llevará? Eso no lo sabemos, pero siempre es un viaje interesante”.