Perote, Ver.- En la década de los 90 del siglo pasado, el grafiti en el estado era totalmente clandestino, gradualmente evolucionó y en lugares como Xalapa y Veracruz, en 2024 hay artistas con trayectoria y reconocimiento internacional. ¿Qué pasa en otros sitios? ¡Sigue como una práctica ilegal!
En el municipio de Perote, hay salario para una persona que se dedica a cuidar los vagones del tren con el fin de evitar que estos sean “rayados”. El grafiti aquí sigue siendo un acto vandálico.
A la entrada del municipio, desde hace dos meses, unos vagones permanecen en las vías, en espera de que pronto lleguen para llevárselos, ya sea para mantenimiento o darlos de baja.
Estos “lienzos” no han pasado desapercibidos por los grafiteros, quienes hacen hasta lo imposible para dejar sus firmas con aerosoles o mostrar que también han avanzado a otras formas de arte urbano.
El vigilante pasa el día en espera de quien se anime a tratar de dejar su marca, pero por la extensión y número de los vagones se le dificulta. Los rastros están a la vista de todos.
¿Qué función tenían los grafitis antes del internet?
En otros tiempos, de acuerdo con lo compartido por el “crew” MRK de Xalapa, los vagones también tenían una función parecida a la de las “redes sociales”, sin internet, al paso por las distintas ciudades, los grafiteros aprovechaban para poner sus firmas con la mayor velocidad posible.
Esa, comentan, era la manera de saber qué letras y diseños se estaban haciendo en el resto del país; los colores llegaron tiempo después. Se dedicaban a “rayar” en blanco y negro.
Y es que de acuerdo con Luis Salazar Martínez, investigador de prácticas urbanas, el grafiti enmarcado en la cultura del hip-hop, con la pinta del seudónimo, el colectivo o “crew” al que se pertenece y el número con el cual se identifica no solo funcionó en el pasado, sino que también sigue presente.
“No se puede hablar de una moda de un tiempo en específico, el grafiti es una práctica que ha evolucionado y se enmarca en el sentido de pertenencia e identidad”, expresa.
¿Cuál es la historia del grafiti en México?
Al referirse a la historia del grafiti en México, comparte que llegó a Tijuana por su calidad de ciudad fronteriza con Estados Unidos, donde se dio primero por el intercambio cultural.
El segundo lugar identificado fue Guadalajara, donde incluso se formó la “vieja escuela de grafiteros”, con firmas y dibujos, para luego llegar a Aguascalientes y Ciudad de México, de donde se extendió a sitios como Xalapa, también por el flujo de personas que desde entonces se daba por su tradición en la formación educativa de miles de jóvenes.
Explica que en los comienzos fue más de tipo territorial, con apropiación del barrio, con actitudes vandálicas y de apropiación. Hoy, declara, la capital del estado veracruzano cuenta con reconocimiento mundial por haber evolucionado a un arte urbano donde también hay profesionales de las artes plásticas.
En otros municipios, como Perote, no descarta que los grafiteros sigan los pasos de quienes hacen de esta una forma de vida, de manera legal y ya con casos de éxito con muros pagados.