El año de la pandemia significó a Javier Camarena (Xalapa, 1976) la posibilidad de revalorar a su familia versus su ajetreada agenda que antes del 2020 lo mantenía más tiempo arriba de un avión que en casa. Sin negar su pasión por cantar frente al público, confiesa en entrevista que tras el encierro de más de un año, buscará un equilibrio entre su hogar y los escenarios.
“Ha sido un año de reflexión y darme cuenta que disfruto mucho mi carrera, estar en un escenario y estar delante del público es muy emocionante y me llena profesional y espiritualmente, pero está otra parte de sacrificio porque esta carrera me obliga a viajar continuamente, estar fuera de casa, y en este tiempo que se hizo una pausa obligada puse en balanza las cosas", dijo desde Suiza, días antes de partir a España donde ofrecerá ocho recitales entre junio y julio en Murcia, Oviedo y Barcelona.
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"Entre mi profesión y mi familia, va ganando más el lado familiar, humano y las conclusiones a las que llego es que quiero organizar mi tiempo para distribuir mejor el trabajo y compaginarlo con mi vida familiar”, agrega el artista.
Ganador del premio Mejor Cantante Masculino 2021 otorgado por la organización International Opera Awards (considerado el Oscar de la ópera), Camarena asegura que el año de pandemia, que aún no termina, hizo más evidente la importancia de la cultura, en cualquier disciplina artística, para la sobrevivencia de las personas, y a pesar de ser el sector más afectado por la suspensión de actividades presenciales, los espectáculos culturales se apropiaron de las redes para atender a un público en aislamiento.
“Creo que sí es necesario hacer un poco de consciencia sobre el valor de la cultura en este año de desconexión entre amigos y familia. La cultura es el refugio de muchos, en el cine, la música, en actividades recreativas, que se volvieron una parte importante dentro de nuestra cotidianidad que antes no era tan evidente, pero es un hecho que el arte es un alimento para el espíritu para el corazón del ser humano".
En ese sentido, el cantante invita a que desde el núcleo familiar se impulse la apreciación de las artes, apoyar a los jóvenes interesados en ser músicos o pintores profesionales. “Ahí inicia todo, muchos nos enfrentamos a los comentarios negativos cuando manifestamos nuestro interés por la música, nos dicen que vamos a morir de hambre, pero la música no sólo es útil como profesional, es un gran beneficio el simple hecho de aprender un instrumento”, recalcó.
Camarena es uno de los cantantes líricos más exitosos por su particular tesitura de voz; se ha presentado en escenarios nacionales como el Palacio de Bellas Artes, e internacionales como el Metropolitan Opera House de Nueva York, el Royal Opera House de Londres y el Teatro Real de Madrid.
Ganó el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli en 2004, año en que debutó en el Palacio de Bellas Artes en el rol estelar de La hija del regimiento, de Donizetti. Un año después, obtuvo el primer lugar en el Concurso de Canto Juan Oncinas, en Barcelona y en 2006 se integró al Internationale Opernstudio en Zurich.
Ahora fue considerado por el jurado de la International Opera Awards como mejor cantante de 2021, sobre el barítono español Carlos Álvarez, los tenores estadounidenses Stephen Gould y Russell Thomas, el bajo alemán René Pape y el barítono rumano George Petean.