La tlacotalpeña Mamá Elena, preservadora del zapateado y el son jarocho, será homenajeada por su trayectoria en el máximo recinto cultural del país, el Palacio de Bellas Artes, el próximo 26 de agosto.
A solo unos días de haber cumplido 98 años de edad, la veracruzana, quien también es costurera del traje de jarocha, manifiesta su gratitud por el "Homenaje a una vida en la danza".
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Para la ceremonia, confirma que asistirá con su familia, reconocida también por su aporte a las artes escénicas y a la formación de nuevos bailarines, en un quehacer que no se ha quedado solo en Tlacotalpan.
De la homenajeada, el investigador Alonso Alarcón expresa que se trata de una de las principales referencias vivas del son jarocho, como bailadora y profesora de zapateado tradicional.
¿Quién es la tlacotalpeña Mamá Elena?
“Se formó en el seno de su familia de soneros y bailadores en Tlacotalpan, a través de los fandangos más antiguos que, en honor a la Virgen de la Candelaria, se organizaban en la plaza Hidalgo y en el barrio de San Miguelito desde la década de los años veinte del siglo pasado”.
Elena de la Luz Ramírez Aguirre (1925), con la generosidad como una de sus cualidades, ha transmitido su conocimiento a sus hijos, nietos, bisnietos y a una gran cantidad de niñas y niños, quienes de adultos se han diseminado por distintas partes de México y otros países, hasta donde llevan la esencia de la danza y música tradicional.
Maestra fundadora de la Casa de la Cultura Agustín Lara, ha hecho de este sitio su segundo hogar, donde ha impartido clases desde 1974.
“Además de su amor por el fandango, aprendió de sus tías el oficio de costurera, que desempeña hasta la actualidad”, comparte su familia afincada en Xalapa, impulsora de estudios profesionales de danza y de creación escénica con la compañía Jóvenes Zapateadores.
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¿Qué opina Nandy Luna de la labor de Mamá Elena?
Al referirse a su abuelita, la coreógrafa y bailarina Nandy Luna expresa: “Su amor y compromiso con el son jarocho y el zapateado tradicional de Tlacotalpan han sido un faro en la preservación de esta herencia, profundamente arraigada en las tradiciones afro-veracruzanas”.
La labor de la bailaora y tallerista ha sido reconocida con anterioridad en distintos espacios “por contribuir en la difusión, promoción y preservación de las tradiciones y cultura de la región, reafirmando así la identidad”.
En su honor se realiza el fandango ¡Doña Elena, presencia viva!, que cuenta ya con 30 ediciones. También, desde 2010 se lleva a cabo en la ciudad de Tlacotalpan el Festival Doña Elena CoraSon de Tlacotalpan.
El próximo homenaje es coordinado por el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón, que también entregará reconocimientos en las áreas de danza clásica, moderna contemporánea, folclórica y urbana.