Por primera vez Elisa Carrillo, prima ballerina del Staatsballet Berlín ejecutará la coreografía de Maurice Béjart Bolero en el escenario del Auditorio Nacional el próximo 30 de octubre. La pieza, poco representada, y aún menos con una mujer como solista, será el número estelar de la gala Elisa y amigos, que en esta ocasión contará con la presencia de 60 bailarines, entre ellos, artistas mexicanos.
En entrevista con El Sol de México, la ganadora del Prix Benois de la Danse, hizo saber que a una década de estar presentando este espectáculo con repertorio clásico y contemporáneo, por tercera ocasión actuará en el Coloso de Reforma, y con el plus de Bolero. “Traigo algo muy especial del fallecido coreógrafo Béjart, es su pieza icónica con música de él, que pocas compañías de danza la presentan. Para mí es un sueño realizarla, porque lo vengo preparando desde hace dos años atrás, y qué mejor que presentarla en México por primera vez. Además, tengo el privilegio de compartir con bailarines mexicanos”.
Bolero de Maurice Béjart, francés nacionalizado suizo, es una puesta en escena con 60 bailarines arropando a Elisa, quien estará en el escenario como solista a lo largo de 16 minutos. “Visualmente la coreografía se ve fácil, pero no lo es, porque son movimientos sencillos pero llenos de dificultad, porque quien lo ejecute tiene que tener una concentración al ciento por ciento en lo que se refiere a lo físico”, explica.
“La danza inicia con movimientos muy suaves y al paso de los minutos cada movimiento crece y crece con un final en un éxtasis de movimientos. Físicamente es un maratón, como lo es para un atleta. Es muy cansado representarlo pero además todo lo que implica la concentración de estar al ritmo, la mujer que está en la mesa que soy yo, es la melodía. Los hombres son el ritmo, es ir creciendo y creando el movimiento que se asemeja a una vida: nacer, desarrollarse y morir. Esto es lo que se vive en Bolero, tenemos una mesa roja en el centro, 40 hombres sentados en las sillas y en armonía conmigo de inicio a fin”, describió la bailarina mexicana.
Amor a México
Para Elisa Carrillo lo más importante de su carrera, “es estar en mi país, trayendo un espectáculo y entregando todo lo que estoy viviendo, para mí es regalarles todo mi amor, todo mi esfuerzo y también representarlos, porque no sólo es Elisa como persona, sino que llevo el nombre de México en cada escenario que piso, de una manera honrada con mucho respeto y venir cada año, tiene gran significado para mí”.
Con el deseo de inspirar a las nuevas generaciones a desarrollarse en el ballet, Elisa reconoce que ha sido privilegiada al recibir importantes premios a su talento y disciplina. “Siempre pensé en trabajar como bailarina, más no ganar premios y esto se va dando, yo nunca lo soñé y me llegaron. Eso también me ha creado más responsabilidad y deber de trabajar mejor y estar consciente porque mucha gente te mira y tiene expectativas en ti. Y sí, estos reconocimientos me han dado mucha fuerza y también para mí significa poner a México en el mapa de la danza y el ballet clásico”.
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Elisa Carrillo considera que “una bailarina siempre es una bailarina”, aunque en algún momento tenga que dejar los escenarios. “Ahora la danza ha evolucionado tanto que tu carrera no termina cuando dejas una compañía, se abre otro mundo para los que son estrellas o bailarines principales. Entonces te conviertes en tu propia compañía, sigues viajando por el mundo, ya no bailarás el repertorio de una compañía, sino que ahora eres dueño de tu propio tiempo para nuevos proyectos y eso cuando me suceda espero tomarlo positivamente”, confía la oriunda del Estado de México.
“Y sí claro, habrá algún momento que deje el escenario. Aunque hay compañías que no dejan de requerir bailarinas con gran experiencia y más edad. La edad es belleza física y fuerza, que cuando eres joven aún no estás en estos puntos, con inteligencia, puedes prolongar tu carrera”, finaliza.