Ensayística joven da luz a la cotidianidad

Ciudades aprehendidas y otros apegos, libro que reúne las voces de 11 escritores de diferentes partes del país, llega a escuelas y CGC

Maribel Sánchez|Diario de Xalapa

  · viernes 29 de noviembre de 2019

Once voces mexicanas/Foto: Cortesía|Palabrandante

Xalapa, Ver.- Alfonso Reyes concebía al ensayo como el “centauro de los géneros, donde hay de todo y cabe todo, propio hijo caprichoso de una cultura que no puede ya responder al orbe circular y cerrado de los antiguos, sino a la curva abierta, al proceso en marcha, al ‘etcétera’ cantado ya por un poeta contemporáneo preocupado de filosofía”.

En Ciudades aprehendidas y otros apegos. Ensayo literario joven en México, publicación que reúne 24 textos de la autoría de 11 jóvenes escritores de diferentes partes del país, cuyas edades están entre los 22 y 31 años, la sentencia del «regiomontano universal» viene ineludiblemente a la mente.

Y es que en la compilación que hace Víctor Hugo Vásquez Rentería aparecen potentes voces para exponer y reflexionar acerca de temas actuales que afectan, que conmueven, que resultan punzantes.

En sus palabras hay nostalgia, miedo, incertidumbre, análisis que dan cuenta de que muchos de los jóvenes ensayistas del siglo XXI crean desde lo que les duele: su lugar geográfico, un país que María José Amaral dibuja, mirando de frente al dolor, la muerte, las desapariciones forzadas, la desolación.

“Decimos México por no decir sangre, por no decir lamento. Decimos que ésta es nuestra tierra, profunda y maternal, por no aceptarnos huérfanos, por no sabernos hundidos. Nos es imposible imaginar al país sin la barbarie, sin sus campos verdes plagados de secretos, lleno de máscaras rotas y cuerpos rotos. Sus fronteras se expanden. La tierra ya no nos pertenece”.

En un país en estado de violencia constante, el silencio es, en muchas ocasiones, la clave de la supervivencia, pero no de la justicia.

Como María José, oriunda de Culiacán, Sinaloa, seis ensayistas más indagan dentro de sí mismos para después emprender un viaje colectivo, al que cualquier mexicano se puede sumar.

Algunos de los ensayistas, con Víctor Hugo Vásquez/Foto: Cortesía|Palabrandante

Ciudades aprehendidas y otros apegos es, además, el reflejo de una generación honesta con su tiempo, uno que pareciera no brindarle demasiado, pero que, pese a ello, encuentra en las velas de un pastel, en el andar por las calles, a bordo de un taxi o en las evocaciones del pasado, ideas que lleva a la palabra escrita, como un ejercicio si no de salvación, por lo menos sí, de un poco de luz que llega a más personas.

LETRAS EN LAS COLONIAS

Esta semana que transcurre, los ensayos cobran fuerza con la lectura que de ellos hacen algunos de sus autores en los Centros de Gestión Comunitaria de Xalapa. También, al lado de adolescentes de telesecundaria y de públicos diversos en foros de la ciudad.

Ciudades aprehendidas…, cobijada por “palabrandante”, propuesta de Vásquez Rentería por divulgar la literatura, continúa así un interesante viaje que lo mismo le ha llevado a otras entidades, que a las colonias de la capital veracruzana. Se cumple lo que Abelardo López manifiesta en “Paseo por la ciudad insurrecta de anuncios luminosos”: “Me propongo reconquistar los espacios de mi urbe, revivir el regionalismo olvidado en mis años de formación”.

Lectura con estudiantes de telesecundaria/Cortesía|Palabrandante

Ciudades aprehendidas y otros apegos reúne ensayos de María José Amaral, Roberto BG, Kennia Cervantes, Debra Figueroa, Génesis J. Guerrero, Genaro Hernández, Abelardo López, Laura Sofía Rivero, Diego Rodríguez, Saúl Sánchez y Nicté Toxqui. Se trata de una edición de Víctor Hugo Vásquez Rentería publicada por el Instituto Literario de Veracruz/Palabra Andante.

El objetivo de esta entrega, declara el compilador, “es atraer los reflectores hacia un ensayo en el cual la imaginación ya no se riñe con el asunto social; donde la reflexión sesuda sobre un asunto doméstico le da luz a la cotidianidad; donde el desparpajo a la hora de hablar de los asuntos trascendentes muestra sí lo terrible, pero también que lo que hace falta es primero la conciencia, luego la reflexión y, posteriormente, la acción”.