Con un poco más de orden, la escena musical de Xalapa podría llegar a ser tan importante como Nueva Orleans o Nashville, señala Cristhian Montiel Guevara, productor de El Sendero Studio, quien destaca que la capital tiene el potencial para igualar a estos referentes mundiales en creatividad y festivales.
Falta solidez en los proyectos, expresó, ya que muchas bandas solo llegan a ser proyectos de ensayos o de algunos conciertos, por lo que es necesario dar continuidad con grabaciones y proyección a largo plazo. Además “tenemos la sala Tlaqná, la OSX; muchas bandas todos los días y proyectos de todo tipo de arte, como teatro y plástica; por lo que las autoridades deberían enfocarse en eso y no solo en llevarte a los ríos de Jalcomulco; que no está mal, pero que podría ser otro giro”, señaló.
- Te puede interesar: Iraida Noriega habló sobre sus 35 años de trayectoria
El docente en Ingeniería de Audio expresó que si se hace una Cumbre Tajín en Papantla, también debería hacerse un festival en la ciudad porque hay foros y cuenta con muchas bandas con talento musical: “Solo en mi estudio al mes ensayan 30 agrupaciones de diferentes géneros. Una vez hicimos una lista anual y fueron más de 130, sin contar los que tocan cumbia”.
¿Cuándo surgió El Sendero Studio?
Cuenta que El Sendero Studio surgió a finales de 2018 como una sala de ensayo con posibilidad de grabación, pero al principio las bandas no querían pagar por un lugar equipado para practicar su música: “no estaban acostumbrados, preferían tocar en casa del tío o la abuela”.
No obstante, se hizo un plan de negocios y se invitó a artistas locales claves en la escena para que probaran la sala, como “No Wrong Numbers” o Gabriela Moncayo, y poco a poco los músicos comenzaron a llegar por cuenta propia, puntualizó el arquitecto de profesión.
Ahora el problema, dice, es que todos quieren ensayar en la noche porque todos son Bruce Wayne: “los músicos de Xalapa son Batman; en el día trabajan y en la noche practican”.
Cristhian Montiel enfatiza que su formación como docente y arquitecto le ayudan para lidiar con los egos de los músicos en el estudio, donde puede hacerles propuestas de cómo encaminar producciones sin necesidad de provocar encono o diferencias.
“Aquí puede entrar la banda que quiera. Soy maestro, trato de replicar cómo yo aprendí. Te doy chance que pruebes para que tú te equivoques también y eso le da otro valor al trabajo”, señaló.
Además recuerda que muchos ingenieros no son músicos, circunstancia que puede ser una limitante en la comunicación, por lo que él estudió piano de los 7 a los 16 años.
Vuelve a leer: Anuncian Laboratorio de Experimentación Contemporánea en Banderilla; conoce la propuesta
Grabar música en un estudio profesional: el reto
Grabar música es un proceso único donde debe conjugarse el ensayo, la puntualidad, los objetivos personales de los músicos y el tiempo efectivo en un estudio. En El Sendero a un músico profesional le cobran 600 pesos por hora de batería ya con platos y atriles; a la guitarra 500 con amplificadores, pues un grupo con camino recorrido puede grabar 5 canciones en solo una hora, explica.
Por día podría cobrar $4500 pesos por uso del estudio a un grupo híbrido entre profesional y amateur, cuando ellos traen su “operador” de consola.
No obstante existe un cliente que desconoce el trabajo de un estudio y se le cobra $6500 por proyecto, aunque muchas veces estos últimos no llegan a sacar sus proyectos a la luz y solo se quedan en el cajón, señala.
“Los músicos deben dejarse instruir; a veces todo mundo opina y no es lo mismo la sensación del estudio que solo tocar en casa o en bar. Tienen que ceder porque luego llegan con ideas que vieron en un video en Internet pero sin la aplicación en su proyecto”.
En suma, el ingeniero de audio les recomienda a los músicos que “vengan en son de paz y con mucho ensayo previo”, pues le ha tocado personas que no saben cómo entrar en un compás o que les molestan los comentarios constructivos en el proceso musical.
¿Cuál son las cosas más extrañas que ha grabado El Sendero Studio?
Cumbias, rap, jazz, son jarocho, electrónico, ska, jazz, rock y progresivo han pisado la duela de El Sendero Studio, pero Cristhian Montiel recuerda con curiosidad los proyectos que grabó de música académica contemporánea.
Estos experimentos sonoros, explica, eran performances donde el cuerpo y objetos cotidianos lograban tonos musicales: “grabé unas raquetas eléctricas para matar mosquitos que conectaban unas personas a un platillo. Este lo conectaban a tierra y con la dimensión de la masa del plato la raqueta generaba un tono; además la digestión de los cuerpos de las tres personas influía en como pasaba la electricidad y el ruido, por lo que la grabación se enfrentó a dilemas y estática”.
Aunque si de preferidas se habla, una es No Wrong Numbers, trío xalapeño que grabó cuando iniciaban en una habitación de Las Fuentes, con un librero y una cama para tapar el sonido. El primer sencillo “Paw Pals” del grupo tuvo un éxito moderado que los llevó a tocar en una Vans Sessions que ganaron y les dio difusión.
Después pasaron a girar en el país, luego a Los Ángeles, EU e incluso ser la primera banda de Xalapa en tocar en un Vive Latino. “Es la banda en la que ejemplificas el ‘sí se puede’ y sí se puede hacer trabajos independientes de calidad con gestión, pues lo último que grabaron fue con Camilo Froideval conocido por producir a Molotov, Ely Guerra, Hello Sea Horse y muchos más”, concluyó.