Recuerdan a Esther Hernández Palacios en Feria del Libro Infantil y Juvenil

Homenajean a escritora y poeta que buscó la justicia y la esperanza en las palabras

Maribel Sánchez | Diario de Xalapa

  · jueves 27 de julio de 2023

Alejandra Méndez recordó la labor literaria de su madre Esther Hernández Palacios | Foto: Cortesía A. Méndez

En típica noche xalapeña, con llovizna y la incertidumbre de si la lluvia sería más fuerte, Alejandra Méndez recordó a su madre, la escritora Esther Hernández Palacios, quien fue homenajeada póstumamente en la 33ª Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil.

En el Salón de Actos del Colegio Preparatorio, se escuchó al inicio una frase de Bell Hooks, “la elección de amar es una inclinación a la conexión, es la elección de salir al encuentro del otro”, porque así, dijo Alejandra, salió Esther al encuentro con la muerte.

“Amada, tomada de nuestras manos, conectada con el universo amoroso que la contuvo y la guió, mi madre murió el pasado 12 de marzo. No hay mejor homenaje que el amor”, expresó.

En compañía de la académica y escritora Magali Velasco, Alejandra manifestó su gratitud hacia quienes tuvieron muestras de amor para Esther Hernández, hasta el último momento de su vida.

¿Por qué fue amada y respetada Esther Hernández Palacios?

Fue delineada como una “mujer amada por su valentía y su voluntad, por su compromiso para darle al mundo la fe y la esperanza que se necesita para seguir. Por creer que la literatura es una herramienta para llegar a la justicia”.

“No importa que la voz se quiebre”, dijo Alejandra Méndez ante un público conmovido, que durante 50 minutos escuchó anécdotas de la mujer veracruzana, la mamá, la escritora, la académica, la gestora cultural, la activista y la maestra, tanto como docente como de la vida misma, apuntó Magali.

“Quienes estaban cerca sabían que jugaba inmensamente, payaseaba, hacía bromas, y la literatura infantil le permitió seguir con el juego creativo para recordar que nunca dejamos de ser niñas y niños”.

De entre lo que se volvió una charla, Esther Hernández fue reconocida como una figura destacada a nivel estatal y nacional, con libros como “Domingo por la mañana”, del que recibió regalías aun en sus últimos días.

“Mujer hiperactiva, los domingos lavaba su ropa, y luego, mientras veía la tele, tejía. Por la noche, se daba espacio para leernos un cuento o recitarnos un poema”, así era mamá, dijo Alejandra.

Vuelve a leer: Invitan a conocer exposición "En todos los puntos del bordado"

El público tuvo acceso a una historia campirana protagonizada por una figura fuerte, híbrida. Por un lado, la mujer que se casó con un poeta anarquista, que retó a su familia y al mundo, que se fue a vivir al extranjero con el amor de su vida para luego volver y vivir en el rancho El Vigía, donde hacía pan, queso y mermeladas que luego vendía en Xalapa.

Esther, la mamá que cantaba, reía y bailaba, la que lavaba ropa en el río y donde también bañaba a sus hijas. La mujer que creía en un mundo utópico con su pareja pero a quien también se enfrentó para no dejar la academia.

Por otro lado estaba quien se hizo un lugar en la academia en un tiempo en el que pocas lograban hacer posgrados, y menos en el extranjero. No hubo lugar a donde ella quisiera ir y no llegara, aseguró su hija.

“En los últimos meses, batallando con la despedida, le dije que vivió como pocos seres humanos han vivido. Mujer rebelde, única, fabulosa, mi madre no era como las demás. La tragedia siempre fue una invitada, igual que el amor y el gozo por la vida, hasta el último aliento…”.

Añadió que Esther era diferente a las demás. “Sus ojos ardían y no te le temía al mundo sino que lo retaba. Lo retó toda la vida. Su indomable temperamento y su inteligencia avasalladora la tuvieron hiperactiva casi 68 años”.

Hacia el final del encuentro, Alejandra Méndez expresó: “Mi madre vivió y seguirá viviendo en el corazón y las cabezas de quienes tuvimos el privilegio de estar cerca de ella”. Luego vino el prolongado aplauso a la memoria de Esther Hernández Palacios.