La exposición "DiegoRivera: Genio, figura y silueta", que abre sus puertas el próximo jueves en la capital mexicana, busca ilustrar distintos aspectos de la personalidad del pintor mediante las indumentarias y objetos que usó durante su vida.
Más de 80 piezas componen una muestra en la que lo que más abundan son los variados ropajes, pero tampoco faltan caricaturas, fotografías y objetos para reconstruir la personalidad provocadora y de espíritu socialista del artista mexicano.
Durante la presentación a medios, el director del Museo Casa Estudio DiegoRivera y Frida Kahlo, Luis Rius, aseguró que con esta exposición que alberga el recinto la idea era acercarse "al artista de carne y hueso" a partir de lo más cercano que tuvo durante toda su vida, su ropa.
Para el experto, los trajes y objetos permiten ilustrar a la perfección la evolución que fue teniendo a lo largo del tiempo la emblemática silueta oronda y de pelo revuelto de Rivera (1886-1957).
En declaraciones a Efe, Rius expuso que la muestra toma como eje central la indumentaria para encontrar indicios de la personalidad del artista, de los momentos que vivió y de su psicología.
"Yo diría que para él la ropa no era algo neutro, significaba mucho con todo lo que él hacía, sus diferentes formas de vestir decían algo, eran texto en él", aseguró.
Los trajes del pintor actúan como un viaje al pasado en el que no faltan la bohemia parisina -donde portaba un bastón y vestía elegantes trajes negros- ni su vuelta a México ya en su madurez como un artista de espíritu obrero, embutido en trajes de mezclilla y "potenciando este material en el uso colectivo" en el país.
"DiegoRivera era famosísimo, en un momento dado más que los actores y actrices tan amigos de él. Entonces se volvía un ejemplo a seguir, una moda que él imponía", contó Rius.
También está recogida la etapa en la que vivió con su última esposa, Emma Hurtado, quien le puso a dieta y le llenó el armario de elegantes trajes de cachemir traídos de Inglaterra y Francia.
Más allá de la vestimenta, el director del museo enfatizó la necesidad de mostrar el lado provocador del artista, quien inició muchas polémicas con sus coetáneos, de los que se burlaba a través de su arte.
Rivera pintó con una actitud servil a personajes como Salvador Novo, Antonieta Rivas Mercado o Ezequiel Chávez, entre otros, en el mural de la Secretaría de Educación Pública, por lo que algunos de ellos se ofendieron y contraatacaron enviándole caricaturas que ahora se pueden ver en la muestra.
"Le regresaron caricaturas o verbales o dibujadas siempre aludiendo a su figura y a su ropa, a su bien vestir o mal vestir, muchas veces a sus fachas de pintor, que también lucía mucho", relató Rius.
Estas caricaturas lucen en algunas paredes de la casa en la que vivió Rivera, donde también están fotos de su infancia en la ciudad de Guanajuato, donde se gestó parte de su personalidad creativa.
Por su parte, el curador de la muestra, Renato Camarilla, explicó a Efe que él y el equipo que lideró tardaron nueve meses en realizar la restauración completa de los trajes.
"Me parece que es imprescindible la colección de paliacates (pañuelos) y de piezas de mezclilla; Diego los usó muchísimo y creo que ayudó también a difundirlas", manifestó.
Asimismo, apuntó que resulta muy interesante revisar la ropa de descanso, que responde a otro periodo de la vida del artista en el que acusaba problemas de salud.
Sobre la ideología comunista de Rivera, quien vivió durante algún tiempo en la Unión Soviética, el experto opinó que se observan algunos "acentos rojos" en su vestimenta, especialmente en los paliacates.
"El uso de estas telas de mezclilla me parece también importante porque utiliza la ropa del obrero y del campesino para retratar una cultura", concluyó.
La muestra estará disponible desde el 28 de junio hasta el 23 de septiembre en la Ciudad de México