Entre aplausos, música tradicional, títeres de Huamantla y caritas con sonrisa en el rostro, ya sin los cubrebocas que sí se vieron en 2022 por la pandemia de Covid-19, arrancó en Xalapa la 33a edición de la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil de Xalapa, considerada la de mayor tradición en la capital del estado y el sureste mexicano.
La tarde del 21 de julio, niñas, niños, adolescentes y jóvenes asistieron al Colegio Preparatorio como invitados especiales de la fiesta literaria, ocuparon su lugar para luego, entusiasmados, ponerse de pie con la llegada del embajador Amoxtli, la botarga de la Feria que esta vez se presenta acompañada de una paloma de la paz con una hoja de olivo.
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¿Qué se puede ver en la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil de Xalapa?
La imagen de Amoxtli recuerda con su atuendo que en 2023 se conmemora el año internacional del Diálogo como Garantía de Paz, declarado por las Naciones Unidas. También, que es uno de los temas que da sentido a la Feria y su programa de 250 actividades, entre literarias, artísticas y talleres.
En una vuelta a los orígenes y reconocimiento a la identidad veracruzana, se pudo escuchar sones jarochos y huastecos, así como saber más de personas de la entidad que han destacado como activistas en la defensa de los derechos de las personas indígenas, como promotoras de las prácticas culturales y como talentos destacados en áreas como la poesía, la ilustración y la música tradicional.
Hubo aplausos para Antonia Vera, “doña Toñita”, gestora de espacios que preservan la cultura huasteca y quien dijo ser una mujer orgullosa de sus raíces y de las nuevas generaciones de músicos que hoy surgen en el norte del estado para dar continuidad a lo realizado por sus antepasados.
Otro reconocimiento fue para Cuauhtémoc Wetzka, por promover mediante la ilustración la diversidad lingüística y cultural de la Sierra de Zongolica.
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El trabajo del poeta y periodista nahua Mardonio Carballo, quien con sus palabras presenta al México actual y del pasado, también recibió aplausos. En un mensaje en náhuatl y español llamó a hacer una reivindicación real de las lenguas indígenas y a trabajar contra la discriminación.
Fue conmemorada además la huella que dejó Judit Vergara en la mediación lectora tras su reciente fallecimiento; su memoria fue honrada con la presencia de su hijo Alejandro Trujillo.
A diferencia de otros años, esta vez la ceremonia fue conducida por una niña y un niño nativos de Xalapa y un recordatorio especial fue para el librero Marduck Obrador, fundador de la librería Los Argonautas, y para la escritora y gestora cultural, Esther Hernández Palacios.
Al grito "que viva el huapango", la fiesta se extendió a lo largo de la tarde y continuará hasta el 30 de julio en las instalaciones de Juárez 57.
Además de la invitación a no perderse los talleres, actividades artísticas y literarias, hay convocatoria especial para el sábado 22, cuando on el objetivo de preservar, revitalizar y promover a las lenguas indígenas y su literatura se desarrollará el cuarto Encuentro de Escritores en Lenguas Indígenas.
Está confirmado que durante toda la jornada se contará con la participación virtual y presencial de autores, ilustradores y artistas que realizan su arte en lenguas indígenas.