Xico, Ver.– Con mucha fe y devoción, habitantes de este Pueblo Mágico colocaron el tradicional arco floral ante la parroquia de Santa María Magdalena.
¿Cómo fue elaborado el arco en honor a Santa María Magdalena?
Entre aplausos y ovaciones, la estructura de madera, elaborada con flor de cucharitas, izote y bejuco fue alzada con cuerdas para finalmente quedar firme en la entrada a la parroquia de la santa patrona de este pueblo. El arco mide al menos 18.6 metros de alto, 5 de ancho y pesa unas 2 toneladas aproximadamente.
- Te puede interesar: Nombramiento de Pueblo Mágico a Naolinco, ¿cómo lo ha beneficiado?
Manuel Guevara Salazar, su diseñador, se dijo orgulloso de las tradiciones de su pueblo y en esta ocasión, precisó, el arco floral "representa a María Magdalena al pie de Jesús crucificado recibiendo la bendición del Espíritu Santo".
Previamente, la calle Hidalgo, la principal de Xico, fue abarrotada por danzantes y toritos elaborados con cohetones y fuegos artificiales, en honor a Santa María Magdalena.
Además, a lo largo de esa calle, un aproximado a 120 hombres se encargaron de cargar el arco floral, que fue bendecido a las 10 horas; el cansancio fácilmente se veía en sus rostros, que además no dejaban de escurrir en sudor. El estallido de cohetones anunciaba su paso.
La procesión tardó más de dos horas en llegar a la explanada de la parroquia, en donde era esperada por una multitud integrada por xiqueños y visitantes de otros municipios e incluso de otras entidades y países, como Francia y Estados Unidos.
El arco llegó aproximadamente a las 13:40 horas ante la parroquia. Posteriormente, devotos de Santa María Magdalena hicieron fila para venerarla. Minutos antes de las 14:15 horas, comenzaron a levantar el arco.
Con firmeza y mucha fuerza, varios hombres se encargaron de levantar el arco para posteriormente jalarlo con cuerdas perfectamente amarradas de la parte superior de la iglesia.
Bastaron no más de 2 minutos para que lograran colocar el arco ante la iglesia. La música de banda, las porras, los aplausos y los cencerros no dejaban se sonar.
La música, el baile y una infinidad de aplausos formaron parte de la ofrenda hecha a Santa María Magdalena, a la vez que las campanas de su parroquia repicaron constantemente.
La tradición, según lo que dicen los abuelos de Xico, tiene alrededor de 100 años y es una de las más importantes del estado, además de que ha rebasado incluso fronteras internacionales.