Ante la reflexión de la investigadora Minerva Ante de que la democracia y la política son viriles y México pareciera ser una región donde la democracia es una promesa no cumplible, la filósofa Giulia Sissa confirma que sí, es sexista y masculinista pero entonces habrá que deconstruirla porque las mujeres sí están listas para el poder.
“Las mujeres poderosas son posibles. Tienen mucha inteligencia y astucia”, puntualizó en visita a Xalapa la autora del libro El poder de las mujeres. Un desafío para la democracia, que ya cuenta con traducción al español en edición de la Editorial de la Universidad Veracruzana.
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En el área de Humanidades-UV puntualizó que se requiere una democracia que no sea igual a la creada por los hombres, teniendo en cuenta que los estereotipos deben ser eliminados en un trabajo gradual al que le falta mucho camino por recorrer pero no por ello se debe caer en el pesimismo.
“Se trata de pensar en diferentes formas de tomar el poder, no de mimetizarnos con las ideas masculinas sino de preguntarnos qué atributos podría tener una mujer al mando. Yo digo sí al poder y veamos qué tiene la mujer para aportarle al poder en tanto ejercicio”, declaró.
¿Qué opina filósofa de la visión del cristianismo?
La historiadora enfatizó que a pesar de los avances, es desde los núcleos familiares donde persisten estereotipos y prejuicios que datan de momentos históricos.
El cristianismo, dijo, asocia lo femenino a la impotencia y la irracionalidad, pues las mujeres antiguas eran incapaces de luchar, de dar órdenes o de llevar a buen puerto sus decisiones.
Para la Edad Media, citó a Tomás de Aquino y Alberto Magno, quienes las consideraban incapaces de enlazar ideas coherentes por su complexión.
Subrayó la importancia de conocer la “Ley natural” para hablar de los estereotipos y prejuicios, además de los derechos humanos de los cuales se habló en la Ilustración.
Llamó a no olvidar a los filósofos que difundieron que “cada persona es capaz de racionalizar y de crear ideas morales; debido a que cada ser humano posee esta capacidad, no se le pueden negar los derechos a nadie, lo cual es un pensamiento que emancipa”.
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Giulia Sissa afirma que las mujeres van por buen camino, en un eterno proceso de perfeccionamiento que no se acaba, pero con la idea de mirar el poder como algo necesario y desde el punto de vista etimológico.
“El poder significa ser capaz, estar autorizado a, pero también significa poder hacer algo, entonces el poder es un proceso que significa repensar. Las mujeres podemos y debemos estar en roles de mando”.
“Históricamente la lucha más importante fue buscar el reconocimiento pero hoy sabemos que podemos ejercer el poder y tenemos que demostrar no que somos igual de buenas que los hombres sino que incluso podemos ser mejores”, sostuvo.