Un día de trabajo le lleva a Miriam, artesana proveniente de Soledad Atzompa, realizar una capa de lana para mujer. Desde los 10 años su madre le enseñó el arte de tejer en lana. Orgullosa de su labor dice que puede crear hasta cinco gorros mientras espera clientes que compren sus atuendos.
Ahora con 20 años ser artesana es su labor. Su habilidad y técnica de tejido mejora con los años. “Me gusta tejer, me gustan mis diseños que la gente alaba, soy como una artista con las manos”, dice tímida quien vende sus productos en las escalinatas del parque Juárez, porque no alcanzó un sitio en el Mercado Social que se realiza en los bajos del Palacio de Gobierno.
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Cada diseño y color que son parte de sus gorros, suéteres, guantes, bufandas, mañanitas y capas, es de su autoría. “Me gusta que mis prendas sean hermosas y creo que logra atraer las miradas de las personas cuando observan las combinaciones de colores que hago”.
La joven comenta que recorre ciudades como Orizaba, Córdoba y Xalapa para presentarse en exposiciones y poder vender lo que hace con sus manos. “Me gusta ser artesana, independientemente de que es lo que me enseñó mi madre. Siento que corre por mis venas”.
Indica que acuden a eventos de ventas en las principales ciudades veracruzanas porque es la manera que tienen para vender todo lo que logran realizar en estos meses de invierno. “Nuestras prendas son básicas para cubrirse en estos días de frío y al ser hechas a mano pues considero que tienen un valor especial”.
Hablante de Náhuatl, dice que para ella es vital conservar y preservar sus tradiciones tanto en el tejido en lana como en su lengua materna. “Nosotros en familia nos hablamos en Náhuatl para mantenerla vida, pero ya cuando salimos a vender pues tenemos que comunicarnos, “pero me gusta mucho seguir con nuestras formas de vida, somos mujeres productivas y activas siempre”.
Miriam llegó a Xalapa con su pequeña hermana Estrella Hernández López, quien a sus 15 años también ya está de lleno en el negocio familiar de elaborar prendas de lana de forma artesanal.
Este día las hermanas se instalaron a vender en las escalinatas del parque Juárez porque no alcanzaron lugar, pero esperaban hoy tener la oportunidad de estar en la zona de ventas, “pero aquí estaremos hasta que venda algún inspector municipal a quitarnos”.
Estrella Hernández, que es la pequeña de la familia, también ya es toda una tejedora. Dice que su madre y hermana la superan, “pero no por mucho tiempo porque ya casi puedo hacer lo de ellas y hasta en menor tiempo, pero sabe que es mejor trabajar con calma para que sus prendas sean más atractivas”.
Elaborar prendas artesanales es un oficio bueno, “porque les da independencia económica y la oportunidad de tener ingresos para realizar sus proyectos como tener una vivienda digna y tal vez más adelante estudiar a tiempo completo”.