A propósito de la pieza biodramática de Laura Castro, con dirección de Gustavo Schaar, la cual se presenta en el Teatro La Caja, hoy a las 19 horas y mañana a las 18 horas, Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio apunta: “Si no fuera porque es verdad, La niña que olvidó su nombre parecería una muy mala mentira. Punto. Dar más detalles sería delatar la inverosímil trama de la vida real de una niña a la que le robaron el nombre y ahora de adulta sigue buscándolo sin mucho éxito.
Lo que ve el público es una historia fuerte, fuertísima, pero salpicada de una extraña ternura. Más que la ola de un maremoto, es su espuma.
La niña que olvidó su nombre es la primera obra que escribe Laura Castro en solitario. Para ser su primera vez es brillante. Es verdad que narrar su rocambolesca vida le ayudó un poco, pero Laura Castro tiene algo más, algo de esa distancia que necesita un buen dramaturgo para reconocerse en los espejos.
No digo más, mi cercanía con la autora me lo impide. Acaso me esté permitido apuntar que me llena de orgullo. Como siempre”.
Apta para mayores de 18 años, está la opción del ingreso de personas que tengan 15 años, siempre y cuando vayan acompañados de un adulto.