/ jueves 10 de octubre de 2024

Han Kang, una figura cultural de resistencia en Corea del Sur

Han Kang, reconocida con el Premio Nobel de Literatura, muestra en sus libros la forma en que se vive el ser mujer en la sociedad coreana contemporánea

Con una taza de té en compañía de su hijo, tranquilamente, en la intimidad de su casa, así fue como la escritora surcoreana Han Kang (1970) celebró su reconocimiento con el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca, que otorga el galardón, destacó “su intensa prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”.

“Alguien me llamó y me dio la noticia del premio. Por supuesto quedé sorprendida, justo acababa de terminar de cenar con mi hijo. Aquí en Corea eran las ocho de la noche, una muy apacible noche”, compartió la escritora en una declaración difundida por la academia.

En contraste con esa tranquilidad, el mundo quedó conmocionado con el anuncio, catalogado como “sorpresivo”, pues se trata de la primera mujer surcoreana en recibir este galardón.

Han Kang es una escritora que le ha dado visibilidad a la literatura coreana de esta época. Es una escritora joven, que ha planteado, con una manera muy interesante de narrar, la forma en que se vive el ser mujer dentro de la sociedad coreana contemporánea”, comenta Nayelli López, doctora en Estudios Coreanos en la Universidad Hanyang, en entrevista con El Sol de México.

La crítica a las estructuras sociales en la obra de Han Kang

Con un mayor número de traducciones en inglés, Han Kang cuenta con ocho novelas, entre las que destacan El venado negro (1998), El niño Buda (1999), Tus frías manos (2002), La vegetariana (2007), cuatro libros relatos cortos, dos de ensayo, de los cuales uno versa sobre reflexiones en torno al amor y un libro de poesía, género con el que debutó en 1993 y que compiló bajo el título Dejé la cena en la gaveta (2013). Próximamente publicará su nueva novela.

De acuerdo con la doctora Nayelli López, La vegetariana, la novela más conocida de Kang, en la que describe las violentas consecuencias de la negativa de su protagonista, Yeong-hye, a comer carne, tiene un gran valor pues logra retratar un torbellino de dinámicas de la sociedad coreana.

"Refleja desde el rol de la comida como un acto colectivo, atravesada con estructuras tanto machistas como patriarcales", agrega la experta.

Actualmente esta novela, con la que Kang ganó el Booker International Prize en 2016, es de las pocas que podemos leer en español, junto a El libro blanco (2016), en el que explora el dolor y la pérdida desde la voz de una narradora anónima que se muda a Europa donde la atormenta la historia de su hermana mayor, que murió dos horas después de nacer.

También está disponible en español La clase de griego (2017), donde narra la historia de una mujer que ha perdido la voz y su única esperanza de recuperarla es mediante el aprendizaje de este idioma.

“Han Kang es un símbolo de innovación y valentía en la literatura coreana, ya que su obra cuestiona normas sociales y explora temas tabúes en la sociedad surcoreana, como el abuso, la salud mental y la represión femenina”, expresó Selha Kim, coordinadora de prensa del Centro Cultural Coreano de la Embajada de la República de Corea en México, también en entrevista.

La literatura de Han Kang va contra los mitos sobre Corea del Sur

Ambas coinciden en que el Nobel significa para Corea del Sur, no sólo el reconocimiento a una gran autora, sino al desarrollo de toda una generación de escritoras y escritores coreanos, así como “un logro para la industria editorial coreana y una validación cultural que reafirma el talento literario de Corea en la escena mundial”, aseguró Selha Kim.

Se trata de una literatura que, según Nayelli López, quien también es miembro del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África de la UNAM (PUEAA), refleja “problemáticas trasversales” a las que se enfrentan mujeres, personas no binarias y otros grupos dentro de una sociedad occidentalizada, a partir de la industria cultural con productos como el K-pop, los doramas, videojuegos y animes, a pesar de mantener rasgos meramente coreanos.

“Con estos productos lo que se promueve es la imagen de una sociedad ideal, a la que los jóvenes, que son los principales consumidores, aspiran. Es una imagen que muestra el rápido avance económico que Corea ha adquirido, una educación de muy alto nivel y tecnología de punta, que, si bien no es incorrecta, sólo es una aproximación de la realidad coreana.

La realidad de las personas, especialmente de las mujeres, es distinta y cuestionable”, afirma la investigadora, quien enlista a otras autoras que comparten rasgos de escritura con la galardonada, como Shin Kyung-sook, Cho Nam jo y Gong Ji-young.

Por su parte, Selha Kim destaca que Han Kang también es conocida por su compromiso político y social: en Corea del Sur, formó parte de la "lista negra" de artistas que criticaron al gobierno, entre 2013 y 2017, lo cual consolidó su posición como una figura cultural de resistencia y expresión auténtica.

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“Para Asia, y especialmente para Corea, que tradicionalmente tiene una representación limitada en los premios literarios internacionales, la concesión del Nobel de Literatura a Han Kang como la primera mujer surcoreana es motivo de orgullo y reconocimiento.

“Se percibe como un avance en la visibilización de las mujeres asiáticas en el ámbito cultural global, destacando sus contribuciones al arte y la literatura en una región donde, a menudo, las mujeres luchan por ser reconocidas y valoradas”, finaliza Selha Kim.

Con una taza de té en compañía de su hijo, tranquilamente, en la intimidad de su casa, así fue como la escritora surcoreana Han Kang (1970) celebró su reconocimiento con el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca, que otorga el galardón, destacó “su intensa prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”.

“Alguien me llamó y me dio la noticia del premio. Por supuesto quedé sorprendida, justo acababa de terminar de cenar con mi hijo. Aquí en Corea eran las ocho de la noche, una muy apacible noche”, compartió la escritora en una declaración difundida por la academia.

En contraste con esa tranquilidad, el mundo quedó conmocionado con el anuncio, catalogado como “sorpresivo”, pues se trata de la primera mujer surcoreana en recibir este galardón.

Han Kang es una escritora que le ha dado visibilidad a la literatura coreana de esta época. Es una escritora joven, que ha planteado, con una manera muy interesante de narrar, la forma en que se vive el ser mujer dentro de la sociedad coreana contemporánea”, comenta Nayelli López, doctora en Estudios Coreanos en la Universidad Hanyang, en entrevista con El Sol de México.

La crítica a las estructuras sociales en la obra de Han Kang

Con un mayor número de traducciones en inglés, Han Kang cuenta con ocho novelas, entre las que destacan El venado negro (1998), El niño Buda (1999), Tus frías manos (2002), La vegetariana (2007), cuatro libros relatos cortos, dos de ensayo, de los cuales uno versa sobre reflexiones en torno al amor y un libro de poesía, género con el que debutó en 1993 y que compiló bajo el título Dejé la cena en la gaveta (2013). Próximamente publicará su nueva novela.

De acuerdo con la doctora Nayelli López, La vegetariana, la novela más conocida de Kang, en la que describe las violentas consecuencias de la negativa de su protagonista, Yeong-hye, a comer carne, tiene un gran valor pues logra retratar un torbellino de dinámicas de la sociedad coreana.

"Refleja desde el rol de la comida como un acto colectivo, atravesada con estructuras tanto machistas como patriarcales", agrega la experta.

Actualmente esta novela, con la que Kang ganó el Booker International Prize en 2016, es de las pocas que podemos leer en español, junto a El libro blanco (2016), en el que explora el dolor y la pérdida desde la voz de una narradora anónima que se muda a Europa donde la atormenta la historia de su hermana mayor, que murió dos horas después de nacer.

También está disponible en español La clase de griego (2017), donde narra la historia de una mujer que ha perdido la voz y su única esperanza de recuperarla es mediante el aprendizaje de este idioma.

“Han Kang es un símbolo de innovación y valentía en la literatura coreana, ya que su obra cuestiona normas sociales y explora temas tabúes en la sociedad surcoreana, como el abuso, la salud mental y la represión femenina”, expresó Selha Kim, coordinadora de prensa del Centro Cultural Coreano de la Embajada de la República de Corea en México, también en entrevista.

La literatura de Han Kang va contra los mitos sobre Corea del Sur

Ambas coinciden en que el Nobel significa para Corea del Sur, no sólo el reconocimiento a una gran autora, sino al desarrollo de toda una generación de escritoras y escritores coreanos, así como “un logro para la industria editorial coreana y una validación cultural que reafirma el talento literario de Corea en la escena mundial”, aseguró Selha Kim.

Se trata de una literatura que, según Nayelli López, quien también es miembro del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África de la UNAM (PUEAA), refleja “problemáticas trasversales” a las que se enfrentan mujeres, personas no binarias y otros grupos dentro de una sociedad occidentalizada, a partir de la industria cultural con productos como el K-pop, los doramas, videojuegos y animes, a pesar de mantener rasgos meramente coreanos.

“Con estos productos lo que se promueve es la imagen de una sociedad ideal, a la que los jóvenes, que son los principales consumidores, aspiran. Es una imagen que muestra el rápido avance económico que Corea ha adquirido, una educación de muy alto nivel y tecnología de punta, que, si bien no es incorrecta, sólo es una aproximación de la realidad coreana.

La realidad de las personas, especialmente de las mujeres, es distinta y cuestionable”, afirma la investigadora, quien enlista a otras autoras que comparten rasgos de escritura con la galardonada, como Shin Kyung-sook, Cho Nam jo y Gong Ji-young.

Por su parte, Selha Kim destaca que Han Kang también es conocida por su compromiso político y social: en Corea del Sur, formó parte de la "lista negra" de artistas que criticaron al gobierno, entre 2013 y 2017, lo cual consolidó su posición como una figura cultural de resistencia y expresión auténtica.

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“Para Asia, y especialmente para Corea, que tradicionalmente tiene una representación limitada en los premios literarios internacionales, la concesión del Nobel de Literatura a Han Kang como la primera mujer surcoreana es motivo de orgullo y reconocimiento.

“Se percibe como un avance en la visibilización de las mujeres asiáticas en el ámbito cultural global, destacando sus contribuciones al arte y la literatura en una región donde, a menudo, las mujeres luchan por ser reconocidas y valoradas”, finaliza Selha Kim.

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