Xalapa, Ver.- La actriz Rosalinda Ulloa tiene muchas pasiones y trata de alimentarlas todas, pero la base de éstas es el teatro, por lo que no dejará de hacerlo hasta que muera. "Hay que apurarse a jugar en la vida porque no sabemos cuánto dure", advierte.
Ante las circunstancias de salud actuales, la maestra en Psicología Gestalt aconseja vivir cada día entusiasmado, por lo cual su plan de cada mañana es encontrarlo en todo lo que hace.
Rosalinda Ulloa nació en la Ciudad de México, estudió para maestra de primaria y teatro en la Escuela de Bellas Artes y llegó a Xalapa hace más de 47 años atraída por la fama de sus tres compañías teatrales e invitada por Raúl Zermeño, su gurú, y director de la Facultad de Teatro de la UV.
En entrevista para Diario de Xalapa afirma que ser parte de la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana es un privilegio. “Levantarte cada día a hacer lo que te gusta y trabajar con los mejores directores de México es un privilegio”, reitera, quien ahora se enfrenta al reto de hacer teatro desde su casa, lo cual al principio la mantuvo enojada ya que el primer reto fue con el manejo de la tecnología al ser una persona de la tercera edad, sin embargo, ahora le ha agarrado el gusto y continúa con los desafíos al dar clases por zoom.
Fue el director de la Compañía, Luis Mario Moncada, quien les instó a reinventarse como actores y a distancia hicieron la serie “Díaz Mirón y Cía”, luego vinieron los streamings de la obra Estridentópolis y Mujeres de Cherán, las que prácticamente rehicieron cuidando no perder la esencia. En ésta última todo sucede alrededor de una fogata, por lo cual cada una de las actrices tuvo que improvisarla con lo que tenían en casa, y fue un gran éxito.
Hay dos maneras de ver la vida y esta forma de hacer teatro es resiliente per se, pues les ha obligado a sacar lo mejor de cada uno, con entusiasmo, con ganas, “estamos haciendo lo nuestro”, asienta. Hacer teatro por zoom ha tenido sus ventajas, pues les ha llegado prácticamente a todo el mundo.
No sólo de teatro se vive
Rosalinda Ulloa creó asimismo el diplomado Teatro aplicado para la resiliencia común, lo que le ha llevado a aplicar la disciplina como herramienta eficaz en todos los campos, pues lo mismo ha dado talleres para técnicos sociales, para campesinos, jóvenes y trabajadores del programa “Sembrando vida”.
El teatro es revelador de muchas disciplinas que nada tienen que ver con él, lo mismo ayuda en el campo de la salud, que en los temas sociales y ahora a través de las plataformas digitales le permite compartir sus enseñanzas a personas de Argentina, así como de diversos estados como Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, y Guanajuato, para dotarles las herramientas para un trabajo efectivo en el campo de acción.
Sus estudios en la maestría en Psicoterapia Gestalt y en la Escuela Nacional de Psicodrama le dotaron de las herramientas para atender colectivos, pues anteriormente ya había trabajado con el teatro encaminado a la educación como coagente curativo a través del psicodrama dirigido a terapias grupales. Como maestra de nivel primaria ya había experimentado, aún sin tener conocimientos de teatro, en la enseñanza-aprendizaje placentera, divertida y gozosa, pues sus alumnos eran el centro del escenario.
Hoy se considera una buena maestra, pues el teatro le ha dado las herramientas con las que se pasa la vida practicándolo con sus alumnos y con sus cuatro nietos, pues “los actores hacemos despiertos, lo que la demás gente hace dormida”, dice parafraseando a una de sus compañeras actrices.
En 2015, durante un año sabático estuvo en Coyolillo y Chiltoyac, donde a través de funciones espontáneas la comunidad contaba sus historias, lo que sirvió como un puente generacional entre adultos mayores y los jóvenes que ya no conocían sus tradiciones.
En Chiltoyac, gracias a ese trabajo, se pudo recuperar y revitalizar su danza tradicional porque los muchachos recuperaron el interés al saber de dónde venía la tradición.
A través del teatro ha hablado de violencia sexual, género, e inclusión de género y ahora trabaja con los jóvenes de “Sembrando vida” como parte de un trabajo social.
“El teatro es una maravilla”, comparte, pues si bien los aplausos inflan el ego, uno tan sencillo en las comunidades embarga el alma de manera diferente, “aunque sigo matando por trabajar sobre un escenario”.
A partir del 09 de febrero la Orteuv repondrá, vía virtual, las lecturas dramatizadas que antes llevaban a las aulas, con la obra “La máquina de Esquilo”, con lo cual retomará su trabajo como actriz, lo que hará hasta el último día de su vida, concluye.