El ambiente musical y creativo se siente al caminar sobre la alfombra de Casa Java. En el estudio se encuentra una guitarra y, colgada en la pared, una flauta. La computadora, los cables y las consolas se encuentran a un costado, como testigos silenciosos y a la espera de la siguiente sesión musical.
“Xalapa siempre ha sido cuna de músicos y artistas plásticos y escénicos, hay un auge más grande y hay que potencializarlos, abrirles las puertas a todos los artistas, por eso abrimos un canal digital, para apoyar el arte”, señala la familia Valenzuela, integrada por Javier, Wenceslao y Javier padre.
Cuando eres estudiante siempre falta apoyo, dice Wenceslao, los estudios cobran un dineral y para darte difusión te cobran más, entonces aquí la idea es apoyar a la escena xalapeña y mexicana.
Inicios de Casa Java Estudio
“Todo inició hace años cuando mi padre se dedicaba a la fotografía y video y estábamos en una orquesta; él hacía la difusión y subía a redes grabaciones caseras como un hobbie. En la pandemia retomé el canal de Youtube porque tengo el gusto por el audio y video, ya que soy flautista y quería un espacio para sonar bien”, puntualizó el músico Javier Valenzuela de 31 años.
Después surgió la idea de abrirlo a las demás personas para que grabaran y difundirlo a otros lugares por medio de las redes sociales: “La pandemia nos cambió y nutrió de otras herramientas que quizá teníamos pero no las habíamos explotado; gracias a eso se empezó a masificar, pues me llegaban trabajos de video o audio y empezamos a hacer una sociedad, como un equipo y proyecto con mi hermano y mi padre, aunque siempre han estado ahí”, expresó.
Además ahora se especializan en hacer conciertos en formato “live session” y se busca que la música sea el principal eje y el video sea un plus. De este modo, los artistas hallan un recinto que les abre las puertas y logran eco cultural y social, señaló.
Músicos en Casa Java Estudio
Los integrantes de la familia Valenzuela recordaron que grabaron a un grupo de afro funk llamado “Yubá”, al cuarteto de saxofones “Nahui Sax”, a Víctor Luis Luna y Javier Valenzuela, al grupo de crust punk “Justicia de Obsidiana” y a la flautista y artista internacional Rosa Camps.
“Todos los artistas que han llegado a Casa Java Estudio traen buen nivel y también buscamos que así sea el trato, que se sientan en casa para dignificar el trabajo del músico”, dijo Wenceslao Valenzuela.
El recinto es autogestionado e independiente: “Lo vemos como un aporte para jóvenes músicos a través de las emociones; que tengan espacio para expresarse y esto ha crecido como comunidad, como familia, como amigos y sociedad. Es como encontrarse con uno mismo, con lo que quiso ser y hacerlo en grupo”, dijo Javier Valenzuela padre.
Difusión en redes sociales
Usar las redes sociales para dar difusión es un trabajo pesado, admitieron, pues hay que subir videos, fotografías, editar y ver a qué público puede llegar, por consiguiente esa tarea fue cedida a otro integrante de la familia, Alberto Valenzuela, quien estudió Ciencias Administrativas y Sociales. “Tenemos un buen equipo, todos nos dedicamos al arte y sensibilizamos esa parte; es un engranaje, una máquina que va funcionando”, expresó Javier.
Asimismo, recordó que el producto final requiere un proceso que va desde que reciben a los artistas en la puerta del estudio, cuando se conecta el audio, se edita, hasta cuando se le entrega la sesión: “Allí nos dicen cuáles son sus puntos de vista, si tienen alguna cosa que quieren mejorar y la cambiamos”.
Para finalizar puntualizaron que su proyecto no solo está enfocado a la música, pues están abiertos a propuestas plásticas y escénicas, ya que se han asociado con la asociación Papel Oaxaca, por lo que aún hay planes por delante y nuevas propuestas que esperan dignificar en su recinto.