El movimiento feminista ha crecido junto a cada una de las mujeres que día a día salen a trabajar, a estudiar, a crear, a vivir y ser la semilla para las que vienen. En un contexto donde Veracruz es el tercer estado a nivel nacional con más casos de feminicidios registrados en lo que va del 2024, hablar de este movimiento es necesario.
Sabemos que el Día Internacional de la Mujer se conmemora para no olvidar a las mujeres que fueron encerradas en una fábrica y murieron en un incendio solo por pedir lo justo, sus derechos laborales. Hablamos de los primeros años del siglo XX, pero la historia del feminismo podría no tener una fecha exacta, dado que hay mujeres que comenzaron a luchar por un cambio desde años atrás.
Un ejemplo es una de las pioneras del feminismo en México que nació antes del siglo XX, siendo una mujer que revolucionó a toda su época, mostró desde la infancia su inteligencia y no se limitó a ser solo la esposa de alguien, sino que ella tuvo su propio nombre y hoy sigue haciendo eco en la historia que no la olvida a ella ni a su destacada labor en el arte y la lucha.
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¿Quién fue Nahui Olin?
La vida de María del Carmen Mondragón Valseca comenzó el 8 de julio de 1894 dentro de una familia educada con disciplina y severidad, ya que su padre era el general Manuel Mondragón, el militar acusado de ser parte de la Decena Trágica. De su madre, Mercedes Valseca, aprendió el amor por la música, la literatura y la danza, siendo ella quien le enseñara a escribir y a tocar el piano a muy temprana edad.
Aunque el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura mencionan que nació en Tacubaya, Ciudad de México, algunos datos oficiales del Gobierno de México señalan que nació en Veracruz, sin que se especifique el lugar exacto. Sobre sus primeros años de vida no se sabe mucho, pero la historia de Carmen Mondragón da un giro inesperado con el traslado de su familia a París debido al trabajo de su padre.
Información del INBAL señala que es a la edad de cuatro años cuando viaja a París con su familia, viviendo allí 8 años. En ese tiempo ingresó en el Colegio Francés de San Cosme (1897-1905) donde se desarrolló en la danza clásica, pintura, literatura y teatro. Siendo adolescente regresó a México y continuó sus estudios en el Colegio Francés de Santa María. Se sabe que sus primeros textos fueron escritos en francés.
En 1913, con 20 años de edad, se casó con el entonces cadete Manuel Rodríguez Lozano, quien poco tiempo después comenzaría a dedicarse de lleno a la pintura. Lozano era cadete en plena Revolución, por lo que tuvieron que mudarse a París, además se suma el exilio de su padre, el general Manuel Mondragón, militar golpista de la Decena Trágica y que fungía como Secretario de Guerra y de Marina en el gobierno de Victoriano Huerta.
El matrimonio comenzó a relacionarse con artistas destacados de la época, como Pablo Picasso, Georges Braque, Henri Matisse y el emigrado Diego Rivera. Más adelante al estallar la Primera Guerra Mundial viajaron a San Sebastián, en España, donde comenzó la tragedia para Carmen, pues su primer y único hijo murió asfixiado poco tiempo después de su nacimiento. Este episodio en su vida fue un parteaguas en la manera en que Mondragón comenzara a plasmar su vida en la pintura.
Tras la muerte de su hijo, Carmen y Manuel regresaron a México, donde comenzaron a tomar clases en la antigua Academia de San Carlos, teniendo exposiciones con buenas críticas para ambos. Aunque Carmen se recuperó de la muerte de su hijo, el matrimonio con Lozano no marchaba bien, sumando a la indecisión de su marido por sus preferencias sexuales, Carmen se separó de él.
¿Sabías que Carmen Mondragón fue pionera en el uso de la minifalda? Su valentía al vestir con libertad generó un escándalo en la pudorosa sociedad del siglo XX en México, algo que no le disgustaba. Fue en 1921 que Mondragón conoció al famoso Doctor Atl, sobrenombre del artista Gerardo Murillo, con quien entabló una intensa relación por cinco años, una donde hubo pasión escrita y pintada.
¿Qué significa el nombre de Nahui Olin?
El nombre que adoptó Carmen Mondragón en el resto de su vida, Nahui Olin, fue idea de su entonces pareja Doctor Atl. Aunque hay diversas afirmaciones sobre el significado de este nombre se sabe que proviene del náhuatl y entre algunos de sus significados está “movimiento renovador” (según la calendárica mexica), “movimiento que renueva los ciclos del cosmos”, “Quinto Sol”, “movimiento perpetuo”, “Quinto movimiento del sol” y “perpetuo movimiento”, son algunos de los significados que se conocen de este nombre.
A partir de ese momento, Nahui Olin se adentra en una de las épocas más fructíferas de su vida, pues comenzó su labor creativa, su etapa como modelo para grandes artistas como Diego Rivera, quien la inmortalizó en el mural “La creación” donde aparece como Erato, la musa de la poesía erótica.
También posó para Jean Charlot e hizo desnudos para fotógrafos como Edward Weston y Antonio Garduño, los cuales no solo capturaron la sensualidad de su figura y sus enigmáticos ojos verdes, también su actitud rebelde y transgresora de una mujer que quedó envuelta en el mito y la leyenda.
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¿Cuál es el legado de Nahui Olin?
Según información pública de la UV, Nahui Olin desafió toda la moral y las buenas costumbres que se marcaban en esa época, mismas que disfrazaban la libertad sexual de las mujeres mexicanas, compartiendo con Doctor Atl la pintura y escritura. Olin rompió esquemas creando escándalo, controversia y a su vez rechazo de parte de su familia y la “sociedad correcta” de la época. \u0009
Un distintivo de ella fue pintar en estilo naÏf imágenes típicas de la sociedad y cultura mexicana y de ella misma, manteniéndose siempre rodeada de personalidades destacadas del arte en México. En toda su obra en tema sexual es recurrente, donde evidencia sus amores y el narcisismo desbordado, siendo que su obra ha sido calificada como un monumento a ella misma y a la conciencia que tenía de su gran belleza.
Cuando su relación con Doctor Atl terminó, Nahui Olin sostuvo relaciones amorosas con intelectuales como el pintor y caricaturista Carlos Santoyo, el fotógrafo Antonio Garduño y Eugenio Agacino. Tras la muerte de su último amor, Nahui fue quedando sola y comenzó a consagrarse a escribir y de manera esporádica a la pintura, exponiendo sus obras en museos y galerías en todo el mundo.
Es importante destacar que Olin fue una de las poquísimas mujeres que estuvo afiliada al Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores. Además, tuvo una importante faceta como compositora de música para piano.
No solo eso, fue una mujer de amplios intereses que no solo se basaban en ser un pasatiempo, sino un asunto que le brindó conocimiento y curiosidad por siempre estar informada. Cuando estuvo con Doctor Atl colaboró con él en la investigación “Las artes populares en México”, y tuvo un apasionado interés por la física y la astronomía. Sus textos se publicaron en periódicos icónicos en la época, como El Universal y El Heraldo de México.
Nahui vivió sus últimos años de vida en el centro de la Ciudad de México rodeada de gatos, trabajando como maestra de pintura en una escuela primaria diurna. Olin se consumió y se aisló en su mundo cósmico, sus gatos y sus escritos, viviendo de una beca que Bella Artes le pagó hasta el 23 de enero de 1978, teniendo 74 años el día de su muerte.
Aunque Nahui Olin fue una de las grandes personalidades de las épocas de oro de México en las décadas de los 20 y 30, su memoria y legado se han olvidado con los años. Quien destacó como mujer y un ser lleno de creatividad pertenece a una larga lista de pintoras que no es recordada ni homenajeada como se debe.
Nota publicada originalmente en El Sol de Córdoba