El pintor xalapeño Hugo Curiel Arjona reconoce que nadie es profeta en su tierra. El también incansable gestor cultural tuvo que salir de su ciudad natal e iniciar prácticamente de cero en Playa del Carmen, Quintana Roo, donde su don de gentes, pero sobre todo su talento se ha impuesto y le ha llevado a probar las mieles del éxito.
Con más de 20 años en el arte plástico en Xalapa y al menos media docena de exposiciones individuales en el Congreso del Estado, el Palacio Municipal, el Museo de Antropología de Xalapa y la Ciudad de México, entre otras, Curiel Arjona se ha abierto paso entre infinidad de obstáculos para salir avente y colocarse como un destacado maestro xalapeño.