La inauguración de las muestras plásticas Luz y sombra. Reminiscencias de un cuerpo de mujer de Salvador Moreno Ortiz y Relatos de Gabriel Iván Hernández será hoy a las 8 de la noche en la galería universitaria Ramón Alva de la Canal.
Said Augusto comparte sobre la muestra Luz y sombras. Reminiscencias de un cuerpo de mujer que la belleza es un suave y fino velo que cubre la desnudez de la naturaleza, no le pertenece a nadie, puesto que nadie ni nada habrá de conservarla por siempre. La belleza es como un ave libre de plumaje suave que vuela salvaje por la gran escena de la vida, por momentos se posa sobre algo o alguien y luego se marcha para quizás nunca volver; es por ello que la fotografía nos resulta tan extraordinaria, fina mezcla de talento, corazón y mecánica cuya prontitud creadora es capaz de ser jaula de la vivás ave de la belleza.
Me gusta pensar en la fotografía como si se tratara de un puente cuyos extremos son la visión de quien la capta y la imaginación de quien la observa, márgenes opuestos en cuanto a interpretación, pero unidos por el puente construido de imágenes que alimenta en ambos emociones y sensaciones.
Esta idea se refuerza cuando aprecio la obra de Salvador Moreno Ortiz, poseedor de esa extraordinaria capacidad de edificar puentes de luz, volumen, forma y oscuridad por los que, como espectador, es muy fácil transitar hacia la historia que se entreteje en cada una de sus fotografías. Con su mirada, pulida por los años y la experiencia que ellos le regalan, busca atrapar los instantes de belleza para dotarlos con su lente de un destello de perpetuidad.
En su colección de desnudos, figuras humanas de gran belleza, no sólo por el capricho de la estética sino por el hecho mismo de la vida que se refleja en miradas profundas, gestos naturales y elegantes, que a manera de párrafos de carne, alma y hueso nos revelan secretos e historias, no de quienes aparecen en ellas sino las nuestras, comparte Said Augusto.
Por su parte la exposición Relatos de Gabriel Iván invita a la contemplación de imágenes
inmersas en atmósferas visuales que resultarían imposibles en nuestra cotidianidad.
Anclado en la figuración y abrazando la estética del surrealismo, el autor propone una
serie de composiciones que reflexionan en torno al ensueño, el ocultamiento, la
ausencia y el desvanecimiento de la realidad convencional.
Rodrigo Rafael Villanueva comparte que las representaciones de animales y objetos en estado de levitación conviven en entornos a veces acompañados por perspectivas geométricas en donde la estabilidad del horizonte se ha disipado y otras por estáticos paisajes que sirven de contrapunto a las figuras centrales encargadas de detonar nuestra imaginación. El movimiento en algunas de las pinturas da la impresión de haber desaparecido, en su lugar queda la presencia de los símbolos, que apuntan hacia interpretaciones oníricas y sumamente introspectivas.
Cada pieza se erige como una ventana a través de la cual podemos contemplar
fragmentos de las visiones que relatan este universo de fantasía, y que exigen de
nosotros una participación activa para aprehender los sentidos que se hallan dispersos
en la superficie del soporte, ¿qué relación guardan los planetas con esos orgánicos
fondos de madera que dejan ver el ritmo de sus vetas?, ¿cuáles horizontes de
interpretación se abren ante nosotros cuando la gravedad actúa de forma extraña,
suspendiendo en el aire trozos de gelatina, agujeros negros y átomos brillantes?; los
espectadores tenemos la última palabra, nos corresponde penetrar en las pinturas y
con nuestro imaginario, darle vida al ser de estos Relatos.
La invitación para disfrutar de las exposiciones de fotografía de Salvador Moreno y pictórica de Gabriel Iván es con entrada libre en Zamora 27, en el centro de esta ciudad