Xilogragias, transgrafias, collages, serigrafías y monotipos de pequeño formato, realizados entre agosto de 2018 y mayo 2019, componen la exposición InterFaces de Ed Osmay, una suerte de documentación probatoria del talento, la inquietud, la capacidad de juego y las ganas de experimentar del autor, insumiso por cierto a diversos mandamientos académicos e inmerso en las faenas de una formación cuyas premisas podrían explicarse con un simple “porque lo quiero hacer así”.

Interfaces, es decir, “entre caras”, o lo que “se pone en medio”, como la GUI, la graphical user interface o interfaz gráfica de usuario, ese entorno visual que sirve para representar de forma sencilla y amable la información y acciones relacionadas con la operación de un ordenador en Windows, Mac, Linux… Pero interfaces, también, porque hay en la obra muchas caras, muchas facciones, diversos aspectos (en el sentido de cómo algo se presenta o aparece algo) asociados a las posibilidades técnicas y estéticas de solución de la imagen.

Hay también, por cierto, una intermediación, una especie de mediación en el conflicto que representa actuar a la vez como diseñador y como artista visual, lo que este joven artista resuelve con algunos ingredientes tomados de los dos oficios pero, sobre todo, con un afán lúdico e indagatorio; con curiosidad y con algo de esa impresión en el ánimo que es el asombro.

InterFaces es una suma, un catálogo de experiencias, un verdadero acto de presencia (por sincero) y el retrato de una personalidad afectiva, silenciosa pero agudamente observadora de la realidad, capaz de hacer buen uso del sentido del humor que, sin excusa, es una de las mejores expresiones de la inteligencia.

Se advierte y se agradece la exploración, la diversión implícita, la frescura, la modestia y la sorpresa de estos trabajos, porque entre ellos sí hay varias pequeñas grandes cosas.

En la Gafería Shop, Gafería, sí, no Galería, en Juan Soto, Junto a El Itacate, todo el mes de junio.