La literatura infantil va ganando terreno: Itzel Guevara

Las ediciones de libros para niños cada vez son más cuidadas y atractivas

Maribel Sánchez|Diario de Xalapa

  · lunes 29 de enero de 2018

Itzel Guevara del Ángel, ganadora del séptimo Concurso de cuento infantil organizado por la Editora de Gobierno, considera que es lamentable que aún existan prejuicios en torno al valor dela literatura infantil; por otro lado, acepta ser muy feliz por el trabajo que han hecho las editoriales en los últimos años.

“La literatura infantil va ganando terrero; basta ver cuántos libros de buena calidad han salido a la luz y lo bellamente ilustrados que están”, declara en entrevista para enseguida decir que le habría gustado vivir su infancia en esta época.

En cuanto a los comentarios que colocan a la literatura infantil un peldaño debajo de la literatura para adultos, opina que escribir para niños y jóvenes es de lo más difícil que hay:

A los adultos les puede interesar un título que tiene una crítica favorable o un antecedente que lo coloca en la categoría de clásico; se va a esforzar por entender lo que dice el autor, pero los niños no; a ellos no les importan ni las críticas ni las teorías, les importa si los personajes o la historia les dice algo o si los engancha.

Ante esta perspectiva, cree que es una visión muy limitada la que existe y declara que es muy triste pensar que la literatura para niños sea vista como algo menor y que cualquiera hace: “Si cualquiera lo hace, que lo hagan quienes critican”.

TRABAJO CON CHICOS

La escritora Itzel Guevara, a quien le acaban de publicar su novela Morderse las uñas, durante catorce años trabajó con niños, contándoles cuentos, por eso los conoce y les tiene mucho respeto: “Los niños no mienten, te dicen lo que opinan, y aunque mi sueño era escribir para ellos, no lo hacía por miedo”.

Ahora que “El jardín de las preocupaciones” será incluido en una antología de la Editora de Gobierno, declara estar muy contenta y promete que seguirá explorando este sector.

Su historia ganadora tiene como inspiración a su sobrina, una niña muy segura y extrovertida pero que, como todos los niños, tiene algunos miedos: “Ella es muy preocupona y lo que quise es escribir algo, no que tenga fin de terapia sino de espantar los miedos y hacer chiquitos a esos monstruos que todos tenemos”.

“El jardín de las preocupaciones” próximamente podrá ser conocido, “lleno de imágenes, de olores y colores”.

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