En la pérgola número 2 del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), la escultura de un jaguar agazapado es la protagonista, lo que muy pocas personas saben es que también es conocida como “la piedra del diablo”. ¿Qué misterio esconde y por qué no aparece ese nombre en la cédula informativa?
En un museo, el público solo ve en exhibición el hallazgo y los datos finales que indican procedencia, temporalidad y una breve descripción; las anécdotas, el trabajo de campo y la información de las bitácoras pocas veces es develado.
¿Cómo es la Piedra del Diablo que está en el MAX?
En el caso de la pieza que despierta curiosidad, se llama “Jaguar” y se aprecian las garras y los colmillos de las fauces abiertas. Donde actualmente hay dos huecos (ojos), se cree hubo fragmentos de obsidiana u otro material.
No hubo duda al momento de nombrar a esta pieza del 100-600 d.C procedente de Nopiloa, Tierra Blanca, en la denominada cultura del centro de Veracruz, lo que sí hubo detrás fue una desafortunada historia.
¿Cómo fue descubierta la Piedra del Diablo que está en el MAX?
Alfredo Delgado Calderón, director del MAX, comparte que la pieza fue reportada por el arqueólogo Alfonso Medellín Zenil en los años 60 del siglo del siglo XX y su descubridor fue Leopoldo Batres, quien realizó exploraciones en la región, en 1911.
Detalla que en ese entonces el municipio de Tierra Blanca no existía y el lugar formaba parte del municipio de Tlalixcoyan y la pieza fue trasladada de su sitio original en 1986 para integrarla a la colección del nuevo MAX.
¿Por qué se le conoce como Piedra del Diablo a la pieza que está en el MAX?
“Hubo un desafortunado accidente que cobró una vida durante su montaje, por lo que también se le conocía como ‘la piedra del diablo’”.
Por respeto a la memoria de esa persona y a sus familiares, no se ahonda en los detalles del deceso, pero por las circunstancias, entre los arqueólogos y todo el equipo de trabajo se le nombraba de esa manera a la piedra en la que se ve a un felino al acecho labrado en basalto, que muestra restos de pintura roja.
Alfredo Delgado menciona esta parte de la historia en un contexto en el cual hay una exposición dedicada a Leopoldo Batres, considerado un pionero de la arqueología en Veracruz.
- Puedes volver a leer: Félix Márquez, fotógrafo veracruzano, gana el premio Pulitzer de periodismo
¿Cuál es la historia de la Piedra del Sol o Calendario Azteca?
De Leopoldo Batres también comparte otra historia, la de la Piedra del Sol o Calendario Azteca, que actualmente ocupa el lugar principal del Museo Nacional de Antropología.
Narra que en 1559 fue enterrada con la cara hacia abajo por orden de un obispo, quien la consideraba una obra del diablo. Así permaneció durante más de 200 años para ser redescubierta en 1790. Fue colocada en una esquina de la Catedral Metropolitana.
La pieza que ahora se ve en Museo Nacional tiene destruidas la nariz y la boca de Tonatiuh, cuyo rostro se aprecia en el centro del monumento, esto es porque cuando los norteamericanos invadieron México en 1847, sus soldados tomaron a la Piedra del Sol como diana para disparar el tiro al blanco.
- No dejes de leer: Fortaleza de San Carlos es cuna del Heroico Colegio Militar; el primer presidente de México murió ahí
En 1887 el presidente Porfirio Díaz ordenó al arqueólogo Leopoldo Batres trasladar el calendario Azteca al Museo Nacional, donde quedó resguardado en la Sala de Monolitos, para finalmente ser protagonista de 1964 a la fecha.
Horario y costo de visita en el MAX
A las personas interesadas en visitar el MAX se les recuerda que el lugar permanece abierto de 9 a 17 horas, de martes a domingo. Los domingos, la entrada es libre de costo. Estudiantes de la Universidad Veracruzana entran gratis todos los días, solo deben mostrar su credencial.