El profesor Vicente Espino Jara expone la importancia que tiene mantener viva la memoria de personajes xalapeños que son íconos de valores necesarios en la sociedad actual. También recuerda el oficio de cargador, que en el pasado les permitió a muchas personas llevar el sustento a sus casas de manera honesta.
En la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil presentó "Juanote”, libro para colorear dedicado a una persona que, sostuvo, se logró convertir en ejemplo de valores como la honradez y honestidad.
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¿Quién fue El Juanote?
En tiempos de individualismo, inseguridad y “vida fácil”, cree conveniente recordar a Juanote, el cargador que vivió en el siglo XX y es hasta la actualidad un símbolo de trabajo y respeto.
En su intervención, la gestora cultural Lourdes Hernández Quiñones puntualizó que Juanote no podría ser llamado Juanito porque iría en contra de su gran corpulencia, del ser humano que fue y de su nobleza en el trato a niñas, niños y adolescentes.
¿Qué contiene el libro para colorear dedicado a El Juanote?
Publicado por la Editora de Gobierno del Estado de Veracruz, el volumen para colorear comparte información biográfica y, de manera didáctica, explica en qué consistía el oficio de cargador.
Juan Herrera Vázquez (1919-1989), detalló Hernández Quiñones, vio el crecimiento y transformación de Xalapa, su ciudad de origen, donde siguió los pasos de su padre como cargador, en tiempos en los que eran aproximadamente cien las personas dedicadas a este oficio, cada una de ellas con un número que las identificaba.
Juanote, quien portaba el número 13, fue también el último cargador en la ciudad. Una de las características destacadas es que disfrutaba los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa.
“Él deambulaba por las calles cargando diversos objetos de gran tamaño, haciendo honor a su oficio, y apoyando a todas las personas que requerían de sus servicios. También le gustaba la música”.
¿Quiénes eran los tamemes?
Vicente Espino Jara anota en el libro que en la antigüedad, para transportar mercancías, existían los “tamemes”, quienes cargaban productos u objetos en la espalda.
Para 1519, recorrían grandes extensiones para trasladar material de guerra. Su ruta era de la Villa Rica de la Vera Cruz hasta Tenochtitlan. Uno de los instrumentos de trabajo era el mecapal, una banda ancha, frontal y gruesa sujetada por un mecal de ixtle en cada extremo para sostener la carga a la espalda.
Esta forma de cargar, detalla, es el origen de un empleo del que el registro de 1837 del Archivo Municipal indica que había 27 cargadores en Xalapa.
“Para 1919, el gremio de cargadores de número de Xalapa formaba cincuenta y cinco. Todos contaban con un permiso numerado expedido por el ayuntamiento como forma de registro, el cual lucían a manera de distintivo en una pequeña placa metálica alusiva y sujeta a la correa de su cinturón, cordel o mecapal”, anota.
A 105 años del natalicio de Juanote, Vicente Espino reitera “la necesidad de mantener viva la memoria de un hombre ejemplar, de origen humilde pero rico en virtudes y valores; su trabajo honrado y su probada lealtad son ejemplo del ciudadano que debemos recuperar”, indica.
En “Juanote” anota que el hombre de singulares características “permanece en el imaginario colectivo como personaje de la cultura popular", con un lugar especial en la historia de Xalapa y en el recuerdo de quienes le conocieron.
