José Agustín Ramírez, uno de los escritores mexicanos más influyentes de la era moderna, falleció a los 79 años luego de que su salud se deteriorara durante los últimos meses.
Entre letras, música de rock y una clara vocación por expresarse a través de sus historias, José Agustín Ramírez tuvo un exitoso paso por la literatura y la televisión.
Nació el 19 de agosto de 1944 en Guadalajara, aunque siendo pequeño se mudó con su familia a Acapulco, Guerrero. Desde su infancia sintió interés por contar historias; según recordaba, su primer texto, que se llamaba El robo (y el cual más tarde adaptó a una obra de teatro) lo escribió con tan sólo nueve años.
“Cuando estaba muy niño empecé a hacer cómics, inventaba mis historias y creaba mis personajes. Tenía cierta facilidad para el dibujo, iba haciendo mis historietas, y de repente me di cuenta que estaban empezando a desaparecer los dibujos y predominaban las palabras”.
Comenzó su formación participando en el taller literario de Juan José Arreola en 1962. De ahí surgió su novela debut, titulada La tumba (1964), que sigue los pasos de un estudiante de preparatoria, la cual es considerada el primer título de la llamada “literatura de la onda”, que retrataba la realidad de la juventud de la época, bajo el precepto “escribe como hablas”.
“Era la época en qué estaban de moda Jean Paul Sartre y Albert Camus. Me ponía a leerlos con mucho entusiasmo y me gustó mucho cómo estaban escritos en español, con un idioma bastante coloquial y directo”, explicó José Agustín sobre las influencias de esa obra, en una charla en Canal 22.
Asimismo, realizó una serie de estudios profesionales en distintos rubros. Primero cursó la licenciatura de Letras Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Posteriormente se formó como Director Cinematográfico en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, y en Composición Dramática en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y en la Asociación Nacional de Actores (ANDA).
En 1966 salió su novela De perfil, la cual se considera una de sus obras cumbres y el título que lo lanzó a la fama. Más tarde publicó otras obras como Se está haciendo tarde (1973), Ciudades desiertas (1982), Cerca del fuego (1986), La panza del Tepozteco (1992) y Dos horas de sol (1994), así como la trilogía Tragicomedia mexican”, la cual retrata la vida política del país.
“Tiene que haber algo catártico en lo que se escribe, que lo saque de la mera narración mundana o del anecdotario”, declaró sobre su estilo literario a un programa de televisión. “Mi intención fundamental ha sido expresarme, y sobre todo a través de la literatura, siempre creí que era el vehículo que me correspondía, y he tenido muy buena fortuna”, agregó entonces.
Además de su labor como escritor, se desempeñó como director y conductor del programa de televisión Letras vivas (1985-1988), y como crítico de rock, una pasión musical que lo acompañaba en distintos momentos de su vida.
“Lo que hago es escuchar música a todas horas, siempre escribo oyendo música, y poco a poco empecé a aprender que ciertos temas musicales eran más convenientes para ciertos temas que estaba escribiendo”, contaba en una entrevista televisiva.
Su trabajo le valió distintos galardones como el Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón 1993; la presea Juan R. Escudero del Puerto de Acapulco, 2005, y la Medalla Bellas Artes, en 2011.
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Asimismo, en su honor, en el año 1996 se instauró la entrega del Premio Nacional y Estatal de Cuento Corto José Agustín en Acapulco, cuya finalidad es impulsar el trabajo de jóvenes escritores.