Antes de ser poeta Octavio Paz quiso ser arqueólogo, aseguró el escritor Alberto Ruy Sánchez durante una mesa celebrada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en el marco del 20 aniversario luctuoso del premio Nobel de Literatura 1990.
Esa fue la confesión que el autor de obras como “El laberinto de la soledad” hizo durante un encuentro que tuvieron, cuando Alberto publicaría en una revista dedicada al cine mexicano una serie de poemas que Paz escribió para la película “El Rebelde”, protagonizada por Jorge Negrete en los años 40.
“Él sentía que esa era su vocación, la de arqueólogo”, refirió Ruy Sánchez, quien agregó que “esta reflexión constante entre la palabra y la poesía era constante en el escritor (fallecido el 19 de abril de 1998), lo que lo llevó después a publicar el primer libro de sus obras completas: ‘La casa de la presencia’”.
Poetas, escritores y antropólogos tomaron hoy los libros de Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, para leer sus poemas en conmemoración de los 20 años de su muerte que se cumplieron el pasado 19 de abril.
En el Palacio de Bellas Artes, participaron de la lectura la ensayista francesa Fabienne Bradu, la poetisa mexicana Pura López Colomé, el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma y los poetas Sergio Mondragón, Alberto Ruy Sánchez y Ricardo Yáñez.
La lectura de poemas de Paz (1914-1998), moderada por el crítico literario mexicano Geney Beltrán, reunió un centenar de personas en la Sala Manuel M. Ponce, que celebraron también las anécdotas que los escritores relataban sobre el Premio Nobel mexicano.
"Soy un simple arqueólogo, busco el tiempo perdido, y a veces lo encuentro", expresó Matos Moctezuma al destacar que en Octavio Paz reconoce a uno de los intelectuales mexicanos que más aportaron al conocimiento del mundo prehispánico de este país.
Mondragón, poeta y ensayista mexicano y ganador en 2010 del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores, hizo una larga lectura del poema "El Cántaro Roto", que Paz escribió en 1955.
"Es un poema que abre la puerta de la segunda parte del siglo XX a la poesía mexicana", apuntó Mondragón.