Cerca de concluir el sexenio, Paco Ignacio Taibo II, director general del Fondo de Cultura Económica (FCE), asegura que bajo su cargo esta institución se ha convertido “en la editorial que edita más barato, en términos generales, de toda América Latina”. Con ello, a su decir, hay una prueba clara de que las editoriales pueden abaratar los precios de los libros en favor de los lectores del país.
“Desde que llegamos el primer día, tuvimos que tomar en serio en el Fondo de Cultura Económica qué demonios íbamos a hacer para bajar el precio de los libros, algo que evidentemente era y es un obstáculo para que se sumen lectores. El grupo que tomó el control del Fondo veníamos de las ferias populares, de los tendidos de la calle y veías al adolescente que se rascaba el bolsillo para ver si salía petróleo y no salía”, relata el escritor en entrevista con El Sol de México.
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El titular del FCE, sostenido parcialmente por el Estado, explica que en la búsqueda de soluciones para bajar los precios se encontró “una gran inercia en el incremento de los libros en los últimos años”, la cual tenía su “clave oculta” en que la política de precios que estaban creando las editoriales, era la publicación de tirajes más cortos con precios más altos: “menos lectores, más seguros y con libros a un precio mayor”, afirma Taibo II.
“Con esta mentalidad, el argumento de una editorial era ‘si vendo mil 500 ejemplares a 400 pesos cada uno, pues saco la edición y no me importa haber dejado desplazado a otro millar de posibles lectores porque me cubrieron (los gastos)’. Esto, además estaba normado, porque teníamos una relación dominada por la transferencia de libros producidos por transnacionales a través de España”, agrega el director de la institución que en septiembre cumplirá 90 años de existencia.
ALGUNAS MEDIDAS
El escritor menciona que como parte de las medidas que ha implementado, están la venta de materiales que se hallaban en las bodegas de la editorial a precios de saldo y la publicación de la colección “Vientos del pueblo”, la cual cuenta con cerca de un centenar de títulos, que se han vendido por millones, con precios por debajo de los 20 pesos.
Otras medidas fueron la “racionalización de los costos” de colecciones propias del FCE, como la “Colección Popular”, “Los especiales de A la orilla del viento”, “La ciencia para todos”, cuyos formatos grandes, en su mayoría están por debajo de los 200 pesos, mientras que los chicos en menos de 100.
“Si comparas la oferta que existe hoy en el mercado mexicano, en las librerías vas a encontrar que un libro del Fondo, que tiene costos complicados de producción y que tiene que distribuirse en todo el mundo hispano parlante, con costos de distribución agregados, aun así, tiene el precio de la tercera parte de un libro producido por transnacionales con los mismos formatos y los mismos costos”, asegura el también biógrafo de Pancho Villa.
A pesar de que, con estas medidas, el FCE ha logrado vender más libros a costos más bajos, Taibo II confiesa que se trata de un logro “parcial”, pues aún continúan editando libros de tirajes cortos y altos costos de producción, como los de ciencia especializada que editan en conjunto con el Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (CONACYT), de mil 500 ejemplares, en contraste con los de divulgación de la ciencia con tirajes de hasta seis mil ejemplares.
COEDICIONES, UNA SOLUCIÓN
Sobre los retos que enfrenta el FCE en la producción de libros, Taibo II afirma que son “los mismos problemas que tiene toda la industria editorial: el aumento progresivo de los costos de papel y altos costos de producción”. Sin embargo, asegura que como una de las principales soluciones que han encontrado al interior de la casa editorial, están las coediciones con sellos de España, Chile y México.
“Estamos coeditando cada vez más, nos repartimos los costos. Por ejemplo, con una editorial española de tabla media que ha pagado los derechos y la traducción de algún libro, pero que no puede distribuirlo en América Latina, porque llega a costar 20 euros. Les decimos ‘hay que coeditar, déjanos América Latina a nosotros y vemos la posibilidad de bajar el precio del libro’.
“A través de estas coediciones o pactos bilaterales, algunos autores españoles están editando en América Latina para nosotros. Tiene que ver con una voluntad, pues inevitablemente vamos a tener los mismos problemas de una economía de mercado que no produce papel”, agrega.
MERCADO CON SENTIDO SOCIAL
Para Taibo II la calidad de la distribución es fundamental para que los libros se vendan. Por ello, afirma que el FCE se ha visto en la necesidad de inventar “redes de distribución no tradicionales”, como tendidos de libros en preparatorias y universidades del país, la creación de “Librobuses” y la atención a 140 ferias de libro, varias de ellas pequeñas en lugares de la república de no fácil acceso.
El funcionario reconoce que estas acciones tienen una influencia en el mercado, pero no de manera “definitiva”, pues el promedio de novelas producidas por otras editoriales oscila los 400 pesos, mientras que del FCE, 200.
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Agrega que el Fondo es al mismo tiempo una cadena de distribución, red de librerías y de fomento a la lectura, además de una editorial.
“Es rentable, la parte financiera y económica. Se puede sostener, siempre y cuando estés pensando a mediano y no a corto plazo, y estés creando lectores. De todas maneras, de 100 libros que publicamos fracasamos con 30 que no llegan al promedio básico con el cual el libro se vuelve rentable. Pero yo creo que es un promedio muy bueno. Pregúntale a cualquier editorial cuántos libros son rentables de 100 que publican. Hay que aprender a vivir en el mercado con visión social”, finaliza.