Santiago Roncagliolo superó el veto que Sanborn´s impuso al no vender su más reciente obra Y líbranos del mal. En una plática que ofreció en el Hay Festival 2021, el autor peruano comentó que su libro, un texto sobre el fanatismo religioso y la pederastia en la Iglesia, no fue comercializado por la cadena por razones desconocidas. Sin embargo, gracias al impulso del público, logró llegar a los estantes.
“Cuando lo puse en redes sociales, la gente hizo tal escándalo para que fuera aceptado que empezaron a cubrirlo los medios mexicanos y luego los internacionales. Y cuando se convirtió en noticia internacional, la librería hizo un pedido” comentó.
“La librería nunca dijo por qué no se aceptaba el libro, todos imaginamos por qué. Pero lo curioso de la reacción es que aunque a mí me benefició y terminó la historia con final feliz, las razones para vetar libros siguen sin ser claras”.
Liliana Blum, quien fungió como moderadora del encuentro del peruano con el mexicano Daniel Krauze, denunció que sus obras también han sido rechazadas para su venta en esta cadena.
“También los míos estaban vetados y parece que (la razón es que) hay alguien muy cercano a la extrema derecha. Entonces (tiene que ver con) temas incómodos para los políticos. Sí se vende, por ejemplo el de AMLO”, señaló la autora.
“Eso es increíble pensando en esta época, cómo algunos temas son incómodos pero también de quién administra esta cadena, cómo ciertos empresarios están unidos al poder religioso y político. Podríamos decir que estamos en la Edad Media en algunas partes”, agregó la autora de Pandora y Cara de Liebre.
La sorpresa no fue el veto para Y líbranos del mal, agrega Roncagliolo, sino descubrir que ésta es una práctica común que sigue vigente en la literatura contemporánea. “Todo el mundo en la distribución y las editoriales lo sabe, pero no los consumidores, los lectores que van a las tiendas”.
A pesar del panorama adverso, Roncagliolo mencionó que la paradoja de esta censura es la esperanza que puede traer a los autores. “Si a nadie le importase significa que nadie está leyendo en realidad. Pero los libros sí tienen un poder, sí dan miedo a según quién y según dónde. No deja de ser esperanzador”.
Daniel Krauze bromeó con la idea de que quizá su obra Tenebra, tampoco estaría disponible en algunas librerías debido al tema que trata: la corrupción de la política mexicana contemporánea vista desde “los peones, los secretarios personales, esos que tienen muchísimo dinero y poder. Ese es el submundo que me indignó, por eso tuve que escribirlo”.
Tenebra, dijo, muestra el descomunal descaro de la clase política mexicana que ha ensanchado sus bolsillos, aún en los puestos más bajos del organigrama. Una novela que da nombres y apellidos de algunos funcionarios a los que no les importó ser exhibidos.
“Y a mí lo que me protegió fue el cinismo. Toda la gente de política que conozco me dijo que no me preocupara, porque los políticos no leen ni un sólo libro. Y si se llegan a enterar quizá les dé risa o lo pasen sintiéndose orgullosos porque alguien escrbió sobre ellos. Si no les importa que salgan sus tranzas en el periódico, una novela muchísimo menos”, declaró.
Krauze comentó que durante la investigación para realizar este libro descubrió el submundo de la política que se ha hecho millonaria a costo del erario público. “Me enteré de gente del gobierno de estados paupérrimos que tienen puestos hasta abajo y viajan en jets privados”.