Textos inquisitivos y reflexivos que exploran la intimidad, son los que Tatiana Yedid Lastra ofrece en su libro Huella fértil que acompaña con fotografías de Gretta Hernández y divide en tres apartados: Mirada, Abrazo y Beso, que ofrecen una obra cargada de sensibilidad y erotismo.
De lo anterior, la propia autora y sus cómplices de esta aventura dieron cuenta durante la presentación del ejemplar en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, donde se contó como panelistas con la presencia de la periodista Fernanda Tapia quien con su humor y elocuencia hizo algunas observaciones sobre el ejemplar.
“Es un deleite, no solo leerlo, si no tocarlo… las ilustraciones son hermosas y nos lleva por la poesía propia de nuestro cuerpo”, destacó Tapia y después hizo un recuento por la historia del erotismo y la participación de la mujer en este, donde en épocas anteriores su sexualidad era reprimida.
También refirió que el título Huella fértil es un “gran oxímoron”, (figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto) al relacionar erotismo como fertilidad y agregó que cuando le dieron el que llamó un “table book” para que lo leyera, fue un “delicioso pastelillo”.
Por su parte, la sicoterapeuta, sexóloga y poeta, Tatiana Yedid Lastra, manifestó emocionada sentirse “como si cumpliera mis quince años” y agregó: “Para mi este libro es un proceso de búsqueda representa un avance profesional, enfrentarme a un terreno desconocido y retomar la poesía como una pasión personal”.
Expresó que cuando empezó a escribir, primero en forma de prosa y después de manera poética se reconectó con ella misma y en el proceso de libro, fue su propia prioridad y calificó sus textos como “poesía actual, con palabras sencillas, para crear sensaciones diferentes y en el erotismo se vive a través de nuestros sentidos, de manera extraordinaria para disfrutar de manera apasionada, sensible y estar presentes”, destacó la autora.
Posteriormente se refirió al nombre de su publicación: “Se llama Huella fértil porque son tres capítulos: se habla de la mirada, de los besos y abrazos, esos contactos son los que dejan rastros en nosotros, el libro para mí es justo como lo imagine, es como una extensión clara como soy, como vivo y es justo lo que quise lograr”.
Finalmente, la poeta leyó algunos de los poemas e invitó a los asistentes a cerrar sus ojos para dejarse sumergir con el influjo de sus palabras y posteriormente dio varios agradecimientos a los colaboradores del libro, entre ellos a Roberto Fonseca y Regina Olivares Alberti en el diseño editorial.