La industria ha contaminado el término de la cultura del hip hop y ahora se le relaciona con drogas y asuntos negativos, cuando es conocimiento en movimiento y arte para la formación y transformación humana, coinciden Ana Sofía Polo y Jorge Valdez.
Los artistas, seleccionados para representar a México en el Summer Dance Forever en Ámsterdam, consideran que hay prejuicios y falta trabajo para que al hip hop se le reconozca como una herramienta de transformación social.
Jorge Valdez ejemplifica el poder de esta cultura con los casos positivos en distintas comunidades de países de América a través del baile, la música y la pintura mural. A pesar del panorama y aunque afectado por la pandemia de Covid-19 en términos económicos, asegura que el hip hop llega a 2022 fortalecido y con nuevas formas de mantenerse vivo, tanto en la pedagogía como en la práctica, mediante herramientas digitales. Con la apertura de parques y otros espacios públicos, Ana Sofía y Jorge ven con esperanza la reactivación gradual de los proyectos a nivel nacional e internacional, así como el de Next Round.
El encuentro gestado en Xalapa fue fundado por Ana Sofía, David Flores y “Cheché” Coarasa con el objetivo de crear un punto de reunión de las cuatro culturas del arte escénico urbano (“breaking”, “grafitti”, “mc's” y “Dj's”).
“Buscamos el intercambio de ideas, competencias, exposiciones y así hacer crecer la cultura. El hip hop es también un movimiento filosófico y espiritual”, expresa Ana Sofía Polo, quien además de bailarina es gestora cultural y promotora de batallas y “jams” de exploración e improvisación escénica.
Te puede interesar: Orizabeño busca cumplir un sueño, baila breaking en semáforos
Jorge Valdez celebra que aunque lento, hay un avance en cómo se ve al hip hop. Él da clases de bailes urbanos y reconoce que en un principio su propia familia dudaba de si lo que hacía era un trabajo. Hoy ya lo aceptan como tal. Sobre la pieza con la cual se presentarán en Ámsterdam, en agosto, se trata de "Colores de casa", con base en baile “house”, el cual se caracteriza por pasos rápidos y con juegos de pies acompañado de movimientos fluidos del torso.
Al respeto, Ana Sofía y Jorge ahondan en que toman ese movimiento de pies para fusionarlo con el son jarocho y también hacen una hibridación de vestuarios de México. “A partir de una investigación trabajamos para mostrar la diversidad y fusión de diversidades que hay en México. Mostramos lo que para nosotros es nuestra casa/house con respecto al presente, pasado y futuro en una construcción onírica/ficticia”.
FOTO: Cortesía Ana Sofía Polo