Irreverente, apasionada, libre, polémica, creativa, dura. Así fue Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein (Ciudad de México, 1918-2000), mejor conocida como Pita Amor, poeta y musa, de quien si bien corren los mitos alrededor de su figura y obra, poco se conoce de su verdadera historia. Una mujer tan inteligente como carente de amor en el seno de una familia venida a menos durante la Revolución mexicana.
Para conocer de cerca de la undécima musa, más de 20 años después de su muerte, la escritora Sandra Frid (Nuevo León, 1959) ofrece un detallado y cronológico retrato de Pita Amor desde su infancia marcada por la desgracia familiar hasta su adultez, vista como una mujer difícil de tratar que repartía bastonazos por doquier en la calles de la Zona Rosa.
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Se trata de la novela Los demonios de mi cuerpo (Planeta) que al tiempo de narrar el devenir de Pita Amor y su familia, que fue de las más ricas y de abolengo antes de la Revolución, repasa la crisis social, económica y política del México del siglo XIX con la gesta revolucionaria. Un repaso en dos tiempos de la historia del país para entender el contexto en que se formó el mito de la poeta tía de Elena Poniatowska.
“Sí es un personaje complejo; es una mujer que desde niña buscó su libertad, era egocéntrica, le gustaba mucho llamar la atención, creció en un hogar donde le hizo falta amor, pero es importante ubicarla en la fecha, nació en 1918 en una época en que su padre, un hombre muy rico, lo había perdido todo por la Revolución y su familia de abolengo se viene a menos, cae en desgracia y mientras su padre está hundido en la tristeza en su biblioteca, la madre está ocupada tratando de mantener una imagen a la sociedad.
“Pita era la menor de los hermanos, ella buscó siempre llamar la atención y nadie le tenía paciencia; aunque ella escribe en su autobiografía que se tiraba al piso, pataleaba y gritaba y la castigaban por ser una niña rebelde, grosera, en realidad lo que tenía, lo que yo descubrí, es que sufría ataques de pánico y nadie la entendió”, reflexionó en entrevista Sandra Frid.
La también autora de La mujer que nació tres veces (Planeta, 2019), una biografía de Nahui Olin, detalló que se han construido muchos mitos alrededor de Pita Amor, que ella misma se encargó de alimentar, pero en realidad pocos conocen y entienden su poesía, muy adelantada para su época. Escribía, según la propia autora relató en su biografía, mientras andaba en las calles para luego vender los versos a la gente.
“Es una mujer sumamente inteligente, apenas hizo la secundaria pero con esos pocos estudios hizo poemas que son verdaderamente maravillosos y hay gente que me dice que su poesía es difícil, pero en realidad es tan fresca y tan conmovedora. Lo increíble es que escribía de la nada, sin solemnidad, con mucha maestría de las letras”, detalló la novelista.
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Para Frid, la novela permite revalorar a una de las poetas más importantes de las letras mexicanas, más allá de repetir los mitos sobre su persona. Con el retrato la autora busca elevar a Pita Amor del rol de musa al de pensadora.
“La gente la recuerda paseando en la Zona Rosa armada con un bastón o un paraguas y repartiendo golpes a quien la miraba y la criticaban por su manera de arreglarse, mal maquillada con voz recia y la gente que la conoció me dicen que la recuerdan siempre enojada, pero es un mito creado alrededor de ella, ella no era de medias tintas y su poesía es de alto nivel, merece más reconocimiento”, concluyó.