En 2024 se cumple el centenario de los mártires del 28 de agosto de 1924 y los cronistas Jorge Díaz Bartolomé e Ignacio Lara Hernández describen como fundamental que los xalapeños conozcan la historia y cómo se vincula con la construcción del Barrio de San Bruno, que buscarán sea declarado “Patrimonio Identitario” de la ciudad.
En entrevista, Ignacio Lara sostiene que a los mártires se les había negado un lugar en la historia, pero ahora, con la Asociación de Colonos del Barrio de San Bruno, hay avances para mantener viva la memoria.
Lamenta haya personas radicadas en la capital del estado que desconocen la lucha obrera gestada en la Fábrica Textil de San Bruno, fundada en 1840, y el surgimiento en 1910 del "Sindicato Emancipador Revolucionario de Obreros de San Bruno”.
La lucha, opina, durante muchos años permaneció oculta por intereses trastocados. “El comunismo se gestó de manera increíble y el desarrollo del sindicado fue inmenso. Se opuso al gobierno de manera férrea e incluso a los dueños de la tierra de la ex Hacienda Molinos de la Pedreguera".
Además de pronunciarse por la reducción de jornadas laborales de ocho horas y día de descanso pagado, entre otras prestaciones, había el objetivo de lograr viviendas para los agremiados.
Con esos ideales, catorce años después de la integración del sindicato -añade-, un asalto fingido cobró la vida de los mártires; diez fueron obligados a cavar sus propias tumbas.
“En el 2015, de manera pública, el alcalde en turno aceptó que no fue un asalto, fue el gobierno porque no convenía ni a los patrones ni hacendados que los trabajadores de hilados cobraran fuerza sindical y exigieran mejores condiciones laborales”.
Cronología de la tragedia el 28 de agosto de 1924 en San Bruno
En 1958, el Sindicato Emancipador Revolucionario de San Bruno emitió un manifiesto, actualmente resguardado por el cronista del barrio, donde está plasmado cómo fue el ataque por parte de hombres armados.
“El deseo era emprender la obra destructora y acabar con los elementos más destacados de la organización, hechos consumados, pero sin efectos”, apuntan para luego indicar que la sangre de sus compañeros sirvió de símbolo para las nuevas generaciones.
Narran que el 28 de agosto de 1924, a las 9 de la mañana, Cruz Arenas, Miguel Ángel Alarcón y David Franzoni ingresaron armados a la fábrica y las primeras víctimas mortales fueron Honorio Rodríguez, dos campesinos y Fidencio Ocaña, quien era miembro del Sindicato de Obreros Panaderos de la Ciudad de Xalapa y solo iba a entregar pan.
Capturaron a los integrantes del sindicado, José Hernández, Francisco Moreno, Alberto Calderón, Ezequiel Alatriste, Manuel Hernández, Isauro Sánchez, Ignacio Viveros, Isidoro Avendaño y Armando Ramírez. Herón Pérez, quien se asomó a ver qué sucedía, también fue “levantado”.
Según lo expuesto, se les utilizó para cargar con el botín de un supuesto robo para luego ser obligados a cavar sus propias tumbas. Sus restos fueron localizados once meses después, fueron exhumados y trasladados al panteón de Palo Verde, para finalmente quedar en el Panteón 5 de Febrero, donde hasta la actualidad se puede ver el monumento en su memoria. Su muerte no fue en vano. Datos históricos sostienen que el sindicato logró las mejoras laborales.
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¿Qué tiene que ver la matanza con San Bruno?
¿Qué tiene que ver el hecho trágico con San Bruno? Jorge Díaz Bartolomé, cronista de la ciudad, explica que la fábrica fue el parteaguas para que surgiera el barrio.
El tipo de urbanización en el antiguo camino a Tlalnelhuayocan fue diseñado como un tablero de ajedrez, las calles tienen los nombres de los mártires y la avenida principal es “Mártires del 28 de Agosto”. También, una escuela primaria lleva este nombre y, en su interior, hay un mural dedicado a la lucha obrera.
Detalla que el sindicato logró hacerse de un ejido pero al cierre de la fábrica, perdió fuerza, se creó la Comisión Liquidadora y, aunque con oposición, fructificó la idea de vender áreas.
“De alguna manera, los vecinos sufrieron el despojo de algunas áreas”, como donde ahora están la Normal Veracruzana, la Biblioteca José Mancisidor y el Museo de Antropología, solo por mencionar algunos.
Celebra la labor de Ignacio Lara con sus vecinos, pues en la actualidad, hay una mayor conciencia sobre la importancia de conocer el pasado, con el fortalecimiento de la identidad y el arraigo.
“Gracias al esfuerzo de los colonos, el conocimiento colectivo ha llegado a más pobladores de Xalapa”.
¿Por qué se busca nombrar a San Bruno como “Patrimonio identitario”?
Jorge Díaz menciona que Ignacio Lara se ha enfocado mucho en la raíz e identidad del barrio, “porque se podría hablar de las ruinas de la fábrica como tal que desde hace 10 años se sigue saqueando, pero la esencia del barrio es de historia”.
Ejemplifica que cuando visita uno un pueblo, una ranchería o una ciudad, hay un interés por la historia, y la Asociación de Vecinos ha ido más allá.
“Su movimiento ha ido rescatando la gastronomía y expresiones culturales. El mole que se hace aquí es distinto al de otras partes. Estamos hablando de un esfuerzo colectivo de 12 años”.
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El investigador considera que el de San Bruno debe ser reconocido entre los principales atractivos de Xalapa, igual que sucede con otros barrios, y ser un “Patrimonio identitario”.
Adelanta que sí existe la intención de presentar la propuesta de manera formal, con el fin de que en el futuro inmediato se logre este objetivo.
“Eso une a sus mismos colonos, arreglan sus fachadas, jardineras y la gente se siente parte de… Si ya tienen una bandera, una identidad, habrá más arraigo a su lugar de origen”.
El próximo 28 de agosto de 2024 se cumplen cien años de los mártires y hay llamado para ampliar el conocimiento de estos hechos, así como visitar las colonias Francisco Ferrer Guardia y Obrero Campesina, y la ex Fábrica de San Bruno, en la calle Mártires del 28 de Agosto, número 913, colonia Adolfo López Mateos.
